Guerra de Ucrania – Día 124

Un día más, todos los ojos han estado pendientes del destino de Lysychansk, ciudad que las tropas rusas y sus aliados intentan cercar desde el sur, a la vez que cortan la carretera que la comunica con Bakhmut. Hoy los combates se han centrado precisamente en los alrededores de Vovchovarivka, localidad que da acceso a la refinería de Verkhn’okom’yanka y, con ello, tanto a las líneas férreas como a la carretera T-1302 y los accesos a Lysychansk. No es el único punto caliente en un día en el que un misil ruso ha alcanzado un hipermercado de Kremenchuk lleno de civiles, en los EEUU se habla del posible envío de NASAMS a Ucrania y han proseguido los ataques ucranianos sobre los depósitos de munición y suministros rusos.

En los últimos días, como venimos explicando desde hace aproximadamente una semana, se han intensificado los ataques rusos sobre infraestructuras del interior de Ucrania. Se han seguido golpeando infraestructuras relacionadas con las comunicaciones, como el puente de Cherkassy hace un par de días, así como centros de entrenamiento utilizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Ahora bien, también se está intensificando la campaña de ataques sobre objetivos sin relación con la guerra, como el ataque sobre Kiev de hace dos jornadas o el que hoy ha costado la vida por lo menos a una decena de personas, además de reportarse cuarenta heridos, en un centro comercial de Kremenchuk.

Dejando a un lado la posibilidad de que el suceso se haya debido a un error -la tasa de acierto de las armas guiadas rusas no es excesivamente buena, con fuentes que hablan de un 40% de fallos-, parece más bien que se trata de una llamada de atención buscando desmoralizar a la población ucraniana o advertir al gobierno de Kiev de las consecuencias de sus ataques cada vez a mayor profundidad en territorio tanto ruso, como de las dos autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Además, hay fuentes que hablan no de uno, sino de dos misiles, lo que descarta la posibilidad de error.

No podemos olvidar que precisamente en estas últimas jornadas, desde la entrada en servicio de los MLRS HIMARS enviados por los Estados Unidos, Ucrania ha logrado alcanzar varios depósitos de suministro rusos, así como un posible puesto de mando y también la Isla de las Serpientes, que hoy ha estado monitorizada por un F-35A de la USAF posiblemente tratando de evaluar daños y de determinar si sigue habiendo sistemas rusos en funcionamiento (captando las emisiones electromagnéticas procedentes de la isla).

Por supuesto, no todos los ataques han sido llevados a cabo por los HIMARS -que hasta el momento únicamente son cuatro unidades-. Tras su llegada también se ha constatado un aumento en el uso de los misiles balísticos Tochka-U, seguramente porque desde el Estado Mayor Ucraniano hayan dejado de verlo como un recurso escaso ahora que tienen un arma más precisa y capaz -aunque de menor alcance-.

Pasando al análisis de la jornada por sectores, y comenzando por Járkov, los ucranianos afirman que tropas rusas habrían llevado un intento de asalto sobre Dementievka, así como sobre Dovhalivka y Zalyman, en todos los casos sin éxito. Además de eso, se han reportado varias explosiones en Járkov, algunas de ellas causadas por la artillería cohete rusa, que se ha llevado por delante entre otros un garaje en la capital y dañado un edificio de viviendas en Pokotylivka.

En el eje Izium-Limán-Sloviansk, hoy sí se han vivido combates, a diferencia de jornadas anteriores. En concreto, las tropas rusas han tratado de avanzar desde Dovhenke y Brazhkivka, en dirección a Barvinkove, aunque la posición no habría cambiado de manos. Lo que no cambia es la situación en la zona de Bohorodychne, Krasnopollya, etc. Es decir, al oeste de Sviatohirsk, en donde siguen los intercambios artilleros y algunas escaramuzas, pero sin verdaderos intentos rusos por hacerse con las localidades que controlan la carretera E-40 a Sloviansk.

En el área de Lysychansk, las tropas rusas están tratando de tomar Vovchoyarivka desde Rai-Oleksandrivka/Loskutivka. Sea como sea, su intención es la de acceder a la refinería de Verkhn’okam’yanka y con ello a la carretera T-1302 para llegar desde ahí a Lysychansk. Un reto importante por la particular orografía de la zona, que presenta importantes dificultades, tal y como hemos explicado en días anteriores.

El movimiento en principio más lógico para Rusia y sus aliados sería tratar de alcanzar la refinería por el sur, evitando los cortados y bosques que hay des Loskutivka. No obstante, el asalto frontal que han estado llevando a cabo les ha reportado algún éxito y les habría permitido alcanzar la parte sur de las instalaciones.

A tenor de lo que muestra el mapa, sería más lógico tratar de mover la máxima cantidad posible de unidades acumuladas en la zona de Popasna en dirección sudeste-noroeste al sur de Vovchoyarivka, por Nikolaevka y de ahí virar hacia el norte en dirección a la refinería y su estación de tren. Por supuesto, son varias las posiciones defensivas ucranianas, pero a priori parece mejor opción para Rusia que intentar el asalto frontal como parece que está haciendo tanto en la zona que hemos señalado, como hacia Bila Hora.

En cualquier caso, parece que están obteniendo un éxito al menos parcial (reconocido por las autoridades ucranianas en su parte vespertino), pues el propio Ministerio de Defensa de Ucrania reconoce que se habrían establecido cerca de la zona sur de la refinería. Así pues, habrá que ver si tomada dicha posición continúan con el asalto directo, o cubren desde ahí un avance mayor algo más al sur.

Cambiando de zona, y moviéndonos más al sur, las tropas rusas habrían logrado algún avance hacia la M40 en dirección a Bakhmut en la zona de Rotti, en las cercanías de Svitlodarsk. Es un paso más para rodear Novuluhans’ke, algo que no han conseguido por el momento pese a los intentos de avanzar desde Dolomitne hacia Semyhirja y de ahí a Mironivka.

Las tropas rusas habrían logrado alcanzar la E-40 que conduce a Bakhmut desde Rotti.

Por último, en el sur, tanto en Zaporiyia como en Jersón la única novedad es la ausencia de novedades. Más allá de intercambios artilleros, no se han producido combates de significación. Eso sí, los ucranianos afirman haber atacado una vez más la Isla de la Serpientes, lo que explicaría como hemos dicho antes que un F-35A estadounidense haya estado moviéndose en círculos a una distancia prudencia, seguramente monitorizando la zona.

Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:

  • Óblast de Járkov: Sin movimientos.
  • Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
  • Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
  • Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
  • Óblast de Jersón: Sin movimientos.
  • Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Mapa de situación actualizado a 27 de junio de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Entre las noticias internacionales, la más destacable es hoy la decisión de la OTAN de mantener hasta 300.000 hombres en alerta en su flanco oriental, cifra que multiplica los 40.000 que actualmente mantiene en este estado. Estamos hablando de una cantidad notablemente superior a la que Rusia ha movilizado para la actual guerra de Ucrania. También de una decisión que obligará al Kremlin a contrapesar de forma asimétrica, ya que no está en condiciones de hacerlo simétricamente. Es decir, que situará progresivamente más y más armas nucleares y vectores cerca de las fronteras de la OTAN.

En relación con la situación entre Rusia y la OTAN, hoy se han reportado ataques informáticos en Lituania, que al parecer han afectado a servicios de varios ministerios. No es de extrañar que esto ocurra y, por más que por el momento no se haya establecido a ciencia cierta el origen de los mismo -y eso que hackers rusos han reclamado la acción-, todas las miradas apuntan a Rusia. Se trataría de una forma lógica de responder, en la Zona Gris, a la decisión lituana de bloquear Kaliningrado que, tal y como Moscú avisó, tendría consecuencias que sufrirían los ciudadanos letones.

Respecto a las reuniones bilaterales, hoy ha sido el turno de viajar a Ucrania de Maia Sandu, Presidenta de Moldavia, en la que sería su primera visita al país vecino desde el inicio de la guerra. Como es ya casi una costumbre con los mandatarios extranjeros, en el marco de su visita a Ucrania fue conducida también a las ciudades de Bucha e Irpin. En sus declaraciones mostró su apoyo a Ucrania y su rechazo a las acciones rusas, afirmando que:

«No importa el coste económico, ni el coste político, tenemos que parar la guerra y tenemos que asegurarnos de que este tipo de atrocidades no se repitan nunca».

En otro orden de cosas y tal y como anunciamos ayer, finalmente se ha materializado el primer impago ruso en más de un siglo. Si esta noticia no está en la cabecera de esta sección es porque, en el fondo, ahora mismo no tiene demasiada importancia, ya que la situación del país no es de quiebra, sino que simplemente se le impide hacer frente a sus obligaciones aunque su deseo sea hacerlo. Además, por el momento no se espera que tenga ningún efecto importante, aunque esto podría cambiar en el futuro.

Pasando al tema energético, siguen adelante los planes para forzar una rebaja en los precios del crudo, lo que a diferencia de la sanciones aprobadas hasta el momento -como las restricciones a las importaciones rusas entre los Estados miembros de la UE- sí supondría un importante varapalo para Rusia. Tengamos en cuenta que Rusia, aunque venda menos hidrocarburos que antes de iniciar la invasión, ha salido beneficiada por un aumento en los precios que compensa las pérdidas de ingresos holgadamente. Si los países del G7 logran realmente que la OPEP+ y otros productores se sumen a la iniciativa lograrán reducir las fuentes de financiación rusas, limitando los recursos que pueda destinar a la guerra.

Más allá de esto, y volviendo sobre la reunión del G7, el canciller germano ha asegurado hoy que «no se puede volver a la relación anterior con Rusia», pues al invadir Ucrania ha roto «todas las reglas, todos los acuerdos que hemos hecho entre nosotros sobre la cooperación entre países». Así pues, en opinión de Scholz lo ocurrido en Ucrania marcará durante mucho tiempo las relaciones internacionales. Eso sí, mostró su comprensión hacia países como India, Indonesia, Senegal, Sudáfrica o Argentina, cada uno de los cuales tiene sus propias sensibilidades hacia Rusia.

Por último, para acabar con esta cumbre internacional, los líderes del G7 se comprometieron el lunes a apoyar a Ucrania «durante el tiempo que sea necesario», aumentando las sanciones a Rusia y respaldando los compromisos de seguridad para Kiev en un acuerdo de posguerra. En concreto, la declaración aprobada dice:

«Seguiremos prestando apoyo financiero, humanitario, militar y diplomático y estaremos al lado de Ucrania todo el tiempo que sea necesario».

En el apartado humanitario, hoy el padre el ciudadano marroquí condenado a muerte por un tribunal de la autoproclamada República Popular de Donetsk ha instado a su país a abrir el diálogo con las autoridades de la región rebelde, con la finalidad de ayudar en la liberación de su hijo.

También relacionado con lo humanitario está el anuncio hecho hoy por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, organismo que ha reducido las raciones a enviar a Yemen, país en el que hasta dos millones de persona se enfrentan al hambre. El anuncio viene motivado por la falta de financiación, que les impide adquirir más alimentos en un contexto marcado por la crisis alimentaria motivada entre otras razones por el bloqueo ruso al grano ucraniano, lo que está disparando los precios de algunos cereales. Por ello, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, ha advertido hoy que la crisis alimentaria mundial, exacerbada por la guerra en Ucrania, podría desencadenar hambruna y malestar social si no se aborda de inmediato.


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