Tras la toma definitiva de Severodonetsk, hoy ha sido una jornada de consolidación y reorganización en la que las novedades más importantes tienen que ver con los cambios en la estructura de mando rusa, la campaña de lanzamiento de misiles contra buena parte de la geografía ucraniana y el régimen de sanciones internacionales contra Rusia, que no está teniendo ni mucho menos los efectos deseados, incluso aunque este último país esté a horas de un posible default forzoso.
Tal y como hemos dicho en la entradilla, uno de los puntos más interesantes del día tiene relación con el cambio de nombres en la cúpula militar rusa encargada de dirigir la guerra de Ucrania. Tras una visita de inspección del Ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú a Ucrania, la primera en lo que llevamos de conflicto, ha trascendido que el general Aleksandr Dvórnikov, a quien se había encargado la dirección general de la guerra tras el fracaso del avance por el eje de Izium, ha sido cesado.
La noticia puede parecer sorprendente, dado que precisamente ayer se tomó Severodonetsk, pero si juzgamos los planes rusos originales y las progresivas rebajas en el nivel de ambición, así como las posibles pérdidas de material y equipo en este tiempo, no lo es tanto. Por la misma razón, Andrey Serdyukov, otrora responsable de las VDV ha sido también relevado en los últimos días por Mikhail Teplinsky. Y no han sido los únicos cambios… En cualquier caso, en lo que concierne a la guerra en curso, la estructura de mando queda de la siguiente manera:
- Comandante general: Gennady Zhidko, con una biografía parecida a la de Dvórnikov, a quien sustituye;
- Jefe de la Agrupación Sur: Serguéi Surovikin y;
- Jefe de la Agrupación Centro: Alekxandr Lapin.
Esto nos deja ante la duda de cuáles serán los próximos pasos, pues independientemente de la persona o personas al mando, los problemas son los mismos: excesiva atrición, escasos avances en relación con los objetivos, problemas estructurales de las Fuerzas Armadas rusas, etc. Así pues, un cambio de nombres, por más que sea de consideración, difícilmente implicará que se superen todos los hándicaps que han lastrado la campaña rusa.
Recordemos que en el plazo de cuatro meses Rusia ha pasado de intentar un golpe de decapitación y la toma completa del país, a invertir una cantidad enorme de recursos en la ocupación de una pequeña fracción de Ucrania, tal y como se puede ver en la siguiente imagen. Los siguientes pasos, en principio encaminados a alcanzar Sloviansk-Kramatorsk, podrían necesitar de meses de operaciones en el mejor de los casos.
Esto nos lleva directamente a lo que previsiblemente veremos en los próximos días: un decidido intento por rodear Lysychansk, empleando para ello todas las fuerzas acumuladas al norte de Popasna e incluso pudiera ser que algún cruce del Donetsk para completar el cerco, por arriesgado que sea. El problema es que tomar esta ciudad consumirá una cantidad de recursos ingentes, en vista de la multitud de posiciones defensivas que hay en sus alrededores, incluso aunque la conquista sea relativamente rápida, algo que está por ver.
Para muestra un botón. En la siguiente imagen hemos seleccionado algunas de las posiciones defensivas en torno a Lysychansk, teniendo en cuenta que las fotografías satelitales de Google Maps son de 2020 y que seguramente desde entonces, y más en los últimos meses, se hayan excavado nuevas posiciones y ampliado otras. Dado que el río Donetsk protege el norte y este de la ciudad, la única vía de aproximación lógica es desde el sur, lo que llevará a los rusos y sus aliados directos a estas posiciones.
Además, tal y como explicamos ayer y precisamente la existencia del río complica mucho el cierre de una verdadera bolsa. Eso por no hablar de que ahora cada avance ruso quedará bajo el fuego de la artillería rusa, relativamente a salvo en dirección a Bakhmut y Sloviansk y también bajo la amenaza de contraataques puntuales de sus fuerzas mecanizadas.
Cambiando de tercio, pasamos a hablar de la campaña de bombardeos, que en las últimas horas ha sido particularmente intensa. Algunas fuentes hablan de hasta 42 misiles balísticos y de crucero lanzados en este lapso de tiempo, con la intención de batir especialmente los centros de adiestramiento ucranianos. Tampoco han quedado a salvo objetivos civiles, sea por error o no, como el bloque de viviendas que ha sido alcanzado en el centro de Járkov esta mañana.
Hasta donde sabemos, se han atacado también objetivos en la región de Chenígov, en Cherkasy, en Leópolis y en Odesa, además de los habituales intercambios artilleros a lo largo y ancho de la línea de frente. Incluso se ha reportado un nuevo ataque sobre la Isla de las Serpientes por parte ucraniana, aunque por el momento se desconoce el resultado y no han sido publicadas nuevas imágenes por satélite que permitan hacer una evaluación de daños.
Pasando al análisis de la situación por sectores del frente, lo cierto es que hoy no se han reportado movimientos, ni apenas combates. En Járkov la situación permanece estancada y no parece haber voluntad de ataque por el momento ni siquiera del lado ucraniano.
En el eje Izium-Limán-Sloviansk prosigue la acumulación de medios rusos, incluidos algunos movimientos de carros de combate dada la llegada del 1º Regimiento de Tanques de la Guarda que forma parte de la famosa 2ª División de Infantería Motorizada «Tamán».
En la zona de Lysychansk, las líneas de frente son las mismas que las de ayer sin que por el momento rusos y aliados hayan podido romper las líneas ucranianas en Bila Hora, ni acercarse a la refinería de Verkhn’okam’yanka, aunque permanecen a unos cinco kilómetros de esta, luchando por Vovchoyarikva. Justo alrededor de la planta, además de haber varias posiciones defensivas, el terreno se complica en el eje de avance ruso, dada la existencia de una pequeña loma y unas instalaciones mineras, así como algún pequeño bosque. En términos generales, el frente sigue paralelo a la carretera entre Lysychansk y Bakhmut, tal y como era de esperar.
Al sur, en Jersón y Zaporiyia, no se han reportado ni movimientos, ni apenas combates a lo largo del día, con la única excepción en Pavlivka, en donde los rusos habrían tratado de contraatacar, según los ucranianos, sin aparente éxito.
Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:
- Óblast de Járkov: Sin movimientos.
- Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada de hoy la copa la primera sesión de la Cumbre del G7 en Schloss Elmau (Alemania) que adelanta el inicio de la semana a hoy domingo. Este primer encuentro al que también han asistido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha estado dedicado a tres temas principales:
- Hacer frente a la inflación, pero manteniendo el crecimiento económico.
- Apoyar la sostenibilidad ambiental y social, manteniendo la estabilidad fiscal y financiera.
- Fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro.
Al respecto, Von der Leyen ha subrayado que la respuesta europea es la estrategia RePowerEU a través de “la diversificación de la oferta, ahorro energético y renovables”. Sin embargo, por importante que sea el tema, ha quedado en segundo plano tras el anuncio del embargo sobre las exportaciones de oro ruso, así como el de la intención de fijar el precio máximo del petróleo. La primera de estas decisiones se formalizará el próximo martes y viene motivada por la importancia que la exportación de oro tiene para la economía rusa. De hecho, se calcula que el oro es la segunda mayor exportación del país, por detrás de los hidrocarburos y, por tanto, una gran fuente de ingresos.
Además de lo anterior, han lanzado oficialmente la iniciativa “Asociación para la Infraestructura e Inversión Global (“Partnership for Global Infrastructure and Investment”). El presidente Biden ha anunciado que Estados Unidos tiene como objetivo movilizar 200.000 millones de dólares en los próximos 5 años y de manera conjunta con los socios del G7 hasta 600.000 millones para 2027 en inversiones de infraestructura global.
La otra noticia importante del día tiene que ver con el previsible default ruso, pues a pesar de que el país tiene medios para afrontar los pagos, la imposibilidad de enviar el dinero a través del sistema bancario internacional como consecuencia de las sanciones, le conducen a ello. En relación con esto, el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, explicó el pasado jueves que las naciones occidentales crearon barreras artificiales para «colgar la etiqueta de ‘default’» a Rusia y calificó la situación de «farsa».
Y es que Rusia tiene una gran cantidad de efectivo procedente de las ventas de petróleo y gas para pagar sus deudas externas, que son relativamente pequeñas en comparación con el tamaño de su economía. Sin embargo, los gobiernos occidentales aliados han bloqueado la capacidad del Kremlin para intervenir cuentas bancarias extranjeras o utilizar redes de pago transfronterizas para mover dinero. Todo esto tendrá consecuencias inauditas desde el punto de vista legal, tema al que estaremos atentos, pese a que no se prevea a corto plazo un impacto importante sobre la economía rusa.
En otro orden de cosas, hoy se ha sabido que en breve Putin realizará su primer viaje al exterior desde el inicio de la guerra de Ucrania, en concreto a Turkmenistán y Tayikistán, ex-Repúblicas Soviéticas cuya posición es clave para el comercio entre Asia y Europa. Posteriormente se reunirá con el presidente indonesio, Joko Widodo.
Desde Ucrania, por su parte, se han hecho eco del mensaje lanzado ayer por Boris Johnson, en el que instaba Ucrania a no dejarse arrastrar por el derrotismo, firmando un acuerdo de paz forzada por la presión sobre la economía del resto de naciones europeas. Esto nos lleva de nuevo al tema de las sanciones, que no están funcionando como se esperaba, en buena parte debido a un mal diseño y en otra por las propias limitaciones del instrumento.
La crisis alimentaria en ciernes, junto con la subida de los precios energéticos dada la ausencia de alternativas baratas a los hidrocarburos rusos debe hacernos reflexionar sobre el coste de las sanciones -especialmente cuando están mal diseñadas- para aquel que las impone. Como consecuencia, los Estados miembros de la Unión Europea deberán medir adecuadamente el posible coste para sus economías y sociedades, antes de aventurarse en el diseño de un séptimo paquete de sanciones.
Entre estos costes se cuentan un menor crecimiento económico dada la menor competitividad de los productos europeos, afectados por la subida de los costes energéticos -lo que repercute a su vez en los costes de producción y transporte, entre otros-. También la imposibilidad de financiar la denominada “transición ecológica” hacia las energías renovables, pues los fondos que deberían destinarse a dicho proceso se invierten en paliar los efectos de la subida de los precios energéticos.
Todo mientras competidores como India o China se benefician de la necesidad rusa de seguir exportando hidrocarburos que adquieren con importantes descuentos. En resumen, habrá que encontrar un balance entre el coste de las sanciones y el coste de no imponerlas y contar con una gran capacidad didáctica para explicar a la ciudadanía las razones por las que debe aceptar este tipo de sacrificios.
Por último, para finalizar con este apartado del informe diario, hemos de hacer referencia a la conversación telefónica mantenida hoy entre el primer ministro canadiense, Justin Trudeau y Zelensky, en el que además de agradecer a Canadá su apoyo, se ha discutido un posible aumento de la ayuda militar a Ucrania, sin concretarse nada por ahora.
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