Severodonetsk ya está oficialmente en poder ruso, noticia confirmada incluso por las autoridades ucranianas. El repliegue, pese a que desde Kiev se insiste en que se está llevando a cabo con éxito, ofrece dudas en algunos puntos, dada la dificultad de cruzar el río Donetsk en tan poco tiempo. Mientras tanto, los combates al sur y sureste de Lysychansk siguen en marcha, con los intentos rusos por llegar a la refinería de Verkh’okam’yanka, cercar la ciudad y alcanzar la T-1302 que sigue siendo batida por la artillería y la aviación.
La última jornada de guerra en Ucrania ha estado marcada tanto por las noticias relativas al repliegue ucraniano de Severodonetsk y la entrada de las tropas de la RPL, como por los ataques con misiles de crucero sobre buena parte de la geografía del país, pero también por los ataques ucranianos a Slatove y las dudas en relación con lo que realmente está ocurriendo en Jersón. Como cada día, comenzaremos siguiendo el orden geográfico habitual, que iniciamos hoy en la región de Sumy, en concreto en Krasnopillia, en donde dos helicópteros rusos habrían lanzado sendos ataques con cohetes sobre posiciones ucranianas.
En la óblast de Járkov, por su parte, el día ha sido relativamente tranquilo, pese que uno de los bombardeos rusos ha alcanzado unas instalaciones en la capital regional en las que se almacena material nuclear, aunque la zona en la que estaba resguardado este último no se ha visto comprometida. Además, la artillería rusa ha destruido un depósito de agua en Vyakivske, mientras en Zolochiv, al noroeste de la capital, una mujer ha fallecido debido al impacto de un obús sobre su vivienda. Más allá de esto, las autoridades ucranianas afirman haber repelido el ataque de un grupo de saboteadores rusos que trataban de operar al sur de la frontera con Rusia, aunque no han trascendido más detalles.
En el eje Izium-Limán-Sloviansk no se han producido movimientos, siguiendo así la «normalidad» consistente en bombardeos constantes sobre las posiciones ucranianas por parte de la artillería rusa, antes de que consideren oportuno intentar un avance sobre Sloviansk. No obstante, hay que tener en cuenta que en esta zona los ucranianos siguen combatiendo insistentemente en los bosques al oeste de Izium y atacando periódicamente la logística rusa, lo que podría estar detrás de la pausa en las operaciones que vivimos desde hace algunos días. Es más, hoy habrían ido más lejos al golpear directamente Slatove, un nudo logístico fundamental situado a más de 60 kilómetros de la línea de frente, lo que podría ser indicativo del uso de HIMARS. El ataque es significativo y seguramente anticipa lo que veremos en las próximas semanas, con ataques no solo sobre esta ciudad, sino también sobre otras como Bélgorod, al alcance de la nueva artillería cohete ucraniana.
En Severodonetsk-Lysychansk, con la primera de estas ciudades ya oficialmente en manos rusas -o más concretamente de las milicias de la autoproclamada República Popular de Lugansk-, queda por dilucidar el tiempo que llevará a los rusos controlar toda la ribera al norte del Donetsk. Por supuesto, para el Estado Mayor ruso, ya está totalmente controlada y así lo han anunciado. No obstante, muy probable que en la zona sudoccidental del aeropuerto, en las zonas boscosas, continúen quedando efectivos ucranianos que estarían tratando de cruzar el río para alcanzar Bila Hora o la propia Lysychansk. En cualquier caso, difícilmente serán más de unas docenas y sin ninguna intención de ralentizar ningún avance ruso, como sí vimos en su día entre Limán y el Donetsk, sino simplemente de ponerse a salvo.
En relación con lo anterior sigue sorprendiendo la ausencia de pruebas relativas al apresamiento de cantidades significativas de uniformados ucranianos, así como de material pesado, especialmente de esto último. Como curiosidad, hoy Kadyrov ha publicado un vídeo en su canal en el que hablaba de 800 civiles en la planta de Azot, pero no de militares ucranianos capturados. Lo que sí se han conocido son cifras de bajas entre los milicianos de Lugansk, que reconocen hasta el momento 2.196 muertos y 9.246 heridos en sus filas. Esto, tratándose de una fuerza de entre 30.000 y 40.000 hombres, supone una tasa de atrición altísima de entre el 25 y el 30 por ciento.
Volviendo sobre el terreno, al sur de Lysychansk los combates han proseguido, durante la mañana en torno tanto a la fábrica de gelatina entre Bila Hora y Vovchoyarivka como en dirección a la refinería de Lysychansk, en cuyas inmediaciones los ucranianos continúan aguantando como, en general, a lo largo de toda la carretera T-1302 tanto a la altura de Bilihorivka, como de Soledar. De esta forma, aunque los milicianos de Lugansk afirman haber combatido ya en las zonas más exteriores de Lysychansk, por el momento este extremo no puede confirmarse, salvo que consideren que Bila Hora es parte de la ciudad.
Lo interesante del caso es que dada la dirección de avance rusa y la estrecha franja de terreno sobre la que pueden presionar a los ucranianos, estos siguen teniendo posibilidades de evacuar o reforzar, según consideren en cada momento, incluso pese a los indudables efectos de la artillería y la aviación rusa sobre sus convoyes. Es así porque pese a los enormes esfuerzos realizados hasta ahora, ni Soledar ni Berestove han caído, lo que ha estado obligando a los rusos a avanzar más hacia el norte, en la zona que hemos especificado en el párrafo anterior, siguiendo una dirección sudeste-noroeste. Dado que el río protege Lysychansk por el noreste, el norte y el suroeste, salvo que concentren muchas unidades y logren una ruptura clara todavía les va a costar unos cuantos días -o puede que más- rodear Lysychansk, pese a las órdenes de tomar la zona antes del domingo, es decir, mañana.
Más al sur, hoy no se han producido novedades significativas. En Svitlodarsk, pese a los combates, los ucranianos continúan aguantando en las posiciones que compartimos en el informe de ayer. En la zona de Avdiivka también se habrían producido combates, aunque igual que en los últimos cuatro meses, sin lograr ningún cambio sobre el terreno.
Respecto a Jersón, la situación sigue siendo confusa. Pese a los reclamos ucranianos sobre ciertas posiciones, tema que también tocamos ayer, las informaciones que indican que por ejemplo Kyselivka seguirían firmemente controlada por Rusia. Algo parecido ocurriría en Pavlivka, lo que nos obliga a ir con pies de plomo a la hora de confirmar cualquier cambio de posición.
Por último, un apunte sobre el futuro de esta guerra. Los ucranianos afirman que el punto de inflexión se producirá en agosto y que no tienen en mente ningún final que no sea recuperar las fronteras de 1991. Más allá del mensaje para consumo interno, hay más argumentos para pensar que la guerra puede extenderse en el tiempo durante un periodo bastante largo, incluso aunque Rusia tenga problemas para sustituir las pérdidas humanas y materiales… o no.
Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:
- Óblast de Járkov: Sin movimientos.
- Óblast de Lugansk: Las tropas rusas y aliadas se han hecho con Severodonetsk, Voronove, Borivs’ke y Syrotyne.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional ha sido una jornada relativamente tranquila, quizá porque en los próximos días habrá importantes reuniones internacionales, como la Cumbre de la OTAN en Madrid y que sin duda generarán todo tipo de noticias, tanto por los documentos que se esperan aprobar como por las reacciones de otros estados.
Entre las noticias destacadas de las últimas horas cabe señalar que los Ministerios de Finanzas ucraniano y alemán han firmado un acuerdo de financiación por valor de 1.000 millones de euros destinado a financiar los gastos sociales y humanitarios consecuencia de la guerra. Además, según el diario ucraniano The Kyiv Independent, Ucrania habría solicitado a sus socios y aliados hasta 5.000 millones de dólares mensuales de ayuda tanto para sostener el esfuerzo de guerra, como su economía.
Otra noticia importante se ha producido en la reunión mantenida entre Vladimir Putin y el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, en San Petersburgo. Todo indica que Rusia desplegará misiles balísticos Iskander, con capacidad para integrar cabeza de guerra nuclear, en Bielorrusia -según algunas fuentes, los cederá directamente a este último país, aunque en este caso difícilmente con cabeza nuclear-. Es la consecuencia lógica tanto del bloqueo a Kaliningrado, como de la decisión de Suecia y Finlandia de solicitar la entrada en la OTAN, como de las carencias mostradas por las fuerzas convencionales rusas en Ucrania, algo que obligará al Kremlin a confiar cada vez más en las armas nucleares para ejercer disuasión sobre la OTAN.
La reunión se ha producido, por cierto, mientras las Fuerzas Armadas bielorrusas vuelven a realizar simulacros de «movilización» en la zona fronteriza con Kiev, para lo que han enviado a entre 3.500 y 4.000 soldados a la zona. También mientras se sigue hablando sobre los envíos de material militar bielorrusos a las tropas rusas y cuando la inteligencia militar ucraniana ha afirmado que si bien Bielorrusia es incapaz de lanzar una invasión por sí sola, Rusia mantendría hasta un tercio de sus BTGs en reserva, por lo que se ven obligados a estar atentos a lo que pueda pasar en su frontera norte.
Respecto a la OTAN, hoy el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha abordado con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, la petición de Suecia y Finlandia de entrar a formar parte de la organización, en una reunión telefónica. Lo único que ha trascendido es que seguirán debatiendo el asunto en Bruselas y Madrid la próxima semana.
En otro orden de cosas, hoy Zelensky ha destituido a sus embajadores en Portugal, Irán, Eslovaquia, Líbano y Georgia, sin que hayan trascendido las causas exactas de la decisión. Según algunas fuentes, es posible que se deba a falta de confianza, ya que habían sido nombrados en todos y cada uno de los casos, por su antecesor en el cargo, Petro Poroshenko.
En el Reino Unido, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha afirmado que teme que Ucrania se enfrente a presiones para acordar un acuerdo de paz con Rusia que no le convenga debido a las consecuencias económicas de la guerra en Europa.
«Demasiados países están diciendo que ésta es una guerra europea innecesaria… y por tanto la presión crecerá para animar -o coaccionar, tal vez- a los ucranianos a una mala paz».
Además de esto, el Premier británico afirmó que las consecuencias de que el presidente ruso Vladimir Putin pueda salirse con la suya en Ucrania serían peligrosas para la seguridad internacional y «un desastre económico a largo plazo».
Por último, hoy se ha producido una controversia a propósito del bosque de Katyn, en donde se produjo una matanza durante la Segunda Guerra Mundial que todavía es motivo de disputa entre las naciones implicadas. En este caso, las autoridades rusas -Katyn está en las inmediaciones de Smolensk, en territorio ruso- han retirado una bandera polaca el memorial en el que se recuerda la matanza de oficiales y civiles polacos por parte de las tropas soviéticas entre abril y mayo de 1940. Aunque el motivo oficial es otro, se afirma que es consecuencia del clima de tensión entre Moscú y Varsovia por el apoyo polaco a Ucrania.
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