Las últimas 24 horas han visto cómo los intentos rusos por avanzar desde Popasna progresaban, revelando las que posiblemente son sus intenciones reales: cortar la carretera entre Lysychansk y Artemivsk de forma que la guarnición de esta ciudad y de Severodonetsk queden desabastecidas. La defensa tanto de Limán como de Severodonetsk-Lysychansk se complica pues cada vez más para Ucrania en un momento crítico de la guerra, en el que la iniciativa y el impulso estarían pasando al lado ucraniano en términos globales -pues el grueso de la ayuda internacional estaría todavía por llegar- pero quizá no lo suficientemente rápido como para poder recuperar el territorio perdido antes de que Rusia decida congelar el conflicto.
Rusia está echando el resto en la zona de Popasna. En las últimas horas habría consumado la toma de Rozivka, en dirección oeste, de Komyshuvakha, en dirección norte y de Toskhivka, ligeramente al norte de Hirske. Estas ganancias deben ser puestas en contexto y enlazadas con el envío de más y más material y hombres desde otras zonas del frente, especialmente desde la zona de Izium. Es decir, que Rusia está poniendo toda la carne en el asador, empleando buena parte de su capacidad residual de combate y aceptando sacrificios para intentar dominar esta zona del Donbás al precio que sea.
Lo más interesante no es tanto el objetivo, que es evidente, sino la forma en lo que está haciendo. Si en jornadas anteriores explicábamos que Rusia había hecho autocrítica y había asimilado lecciones pasando a confiar más en la artillería y menos en sus fuerzas blindadas y acorazadas y evitando dejar sus flancos expuestos, lo que está ocurriendo en Popasna es una buena muestra de ello, como explicaremos a continuación.
Si recordamos lo ocurrido durante el primer mes de guerra, cuando las tropas rusas se lanzaron al corazón de Ucrania desde distintos ejes, recordaremos también cómo tanto desde el norte y noroeste el mapa nos mostraba penetraciones en profundidad que fueron blanco predilecto de las unidades ucranianas. Estas, amparándose en su agilidad y haciendo buen uso del material disponible, incluyendo drones y armas contracarro, se dedicaron a castigar una y otra vez las líneas de comunicaciones rusas.
En su momento, con el intento de rodear Sloviansk-Kramatorsk penetrando a través del saliente de Izium, volvieron a repetir los errores precedentes, viendo su esfuerzo frenado antes de alcanzar siquiera Barbinkove y sin lograr ninguno de los «calderos» que buscaban. El problema fue la dependencia, una vez más, de unas pocas carreteras a través de las cuales articular el envío de armamento y suministros, así como el tránsito de unidades, lo que concedía demasiadas oportunidades a los ucranianos para atacar un extenso flanco una vez más, cebándose en las concentraciones de vehículos y material rusas.
Ahora, en Popasna, Rusia ha reunido unidades de las milicias de Lugansk, mercenarios de Wagner, voluntarios chechenos y, por supuesto, tropas regulares. Están llevando a la zona nuevas unidades compuestas por voluntarios de todas partes de Rusia y por chechenos, que hacen las veces de oficiales y suboficiales en relación de 3 a 1. Desde esta localidad, que costó meses tomar, están lanzando ataques en sucesivas direcciones, amenazando Artemivsk, pero también dirigiéndose a norte y sur. A tenor de lo que el mapa nos muestra, sin embargo, no parece que estén dispuestos a luchar por dicha ciudad, sino que estarían fijando allí al mayor número posible de tropas ucranianas, evitando que puedan servir para reforzar otros puntos del área de operaciones.
Las acciones rusas en esta parte del frente son en conjunto bastante coherentes y lógicas, haciendo gala de una interesante capacidad de adaptación. Al norte de Popasna han avanzado en estos últimos días en dirección norte hacia Vrubivka, mientras que desde Muratove se han movido en dirección oeste hasta tomar Toshkivka. En las últimas horas, además, están luchando enconadamente por tomar Zolote e incluso se habla de Volodymyrivka. Todos estos movimientos pueden hacer pensar que Rusia pretende rodear Hirske o bien atacar Artevmisk. Sin embargo, el objetivo principal no serían estas localidades, sino cortar la carretera T-1302 que comunica Severodonetsk-Lysychansk con Artemivsk y es la principal arteria de la región, idea que representamos en el mapa que hay bajo estas líneas.
La ventaja de este plan ruso es que en lugar de pretender envolver una región entera, algo que queda lejos de sus posibilidades a corto plazo, se centra en objetivos mucho más asequibles, disfruta de las posibilidades que le ofrecen un mayor número de vías de comunicación, opera en todo momento cerca de su propio territorio y no deja tantas zonas expuestas a los ataques ucranianos. Además, si logran tomar Limán, Severodonetsk, Lysychansk, la propia Hirske y alguna otra localidad, podrían optar por congelar la guerra antes de que los ucranianos puedan montar una verdadera contraofensiva.
Hay que tener en cuenta que si bien Ucrania está comenzando a tomar la iniciativa (progresión desde Staryi Saltiv) y el impulso va estando cada vez más a su favor, las cosas nunca son sencillas y hay diversas razones por las que podría no ser capaz de extraer resultados de este estado de cosas a tiempo. En primer lugar, porque sus Fuerzas Armadas no están pensadas para la ofensiva. En segundo lugar, porque el apoyo de Occidente es condicional, como explicamos ayer, por más que se intente vender que es ilimitado. En tercer lugar, porque una vez tomadas por Rusia ciertas regiones, podría llegar a esgrimir la posibilidad de una «escalada para desescalar» con tal de que los hechos consumados sean aceptados por la Comunidad Internacional.
Por supuesto, incluso tomando todas estos pueblos y ciudades e incluso Sloviansk y Kramatorsk, el resultado global de la guerra seguiría siendo bastante negativo para una Rusia que ha reducido sus ambiciones en varias ocasiones y que mientras Ucrania se mantenga en lucha, verá su economía perjudicada por las sanciones y seguirá internacionalmente aislada en muchos aspectos. No obstante, como dijimos ayer, la situación ucraniana, totalmente dependiente de la ayuda exterior y con una economía e infraestructuras destrozadas, tampoco es halagüeña, pese a lo cual no parecen dispuestos a ningún acuerdo y siguen confiando en la ayuda exterior.
Es posible que confíen en ser capaz de recuperar todo el territorio perdido hasta ahora en una guerra a largo plazo. Incluso que crean ser capaces de cortar los avances rusos desde Popasna y de resistir la presión sobre las ciudades asediadas, como Limán o Severodonetsk. En vista de lo ocurrido en fases pretéritas de la guerra no es imposible, por lo que toca esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si son capaces de hacer que las unidades ahora en fase de constitución entren en combate a corto plazo, lo mismo que el material extranjero.
Para finalizar con la parte militar, como cada día, resumimos los movimientos y cambios de posición por regiones.
- Óblast de Járkov: Las Fuerzas Armadas de Ucrania han conseguido recuperar la aldea de Dementiyivka, al norte de Jarkov.
- Óblast de Lugansk: Las tropas rusas han completado la captura de Novoselivka y Drobyshevo, en las inmediaciones de Limán. Además, en las inmediaciones de Popasna habrían capturado Toshkivka e incluso estarían a las puertas de Volodymyrivka.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Concluye el día 85 desde que comenzase la invasión de Rusia en Ucrania y no se vislumbra ninguna posibilidad de lograr un acuerdo de paz, sino más bien todo lo contrario. Nos encontramos en una situación en la que las negociaciones entre ambas partes siguen estancadas y los ánimos no parecen conducir a un desbloqueo de estas sino más bien a todo lo contrari. En este sentido, el asesor de la presidencia de Ucrania, Mikhailo Podolyak ha afirmado hoy:
“No nos ofrezcan un alto el fuego, esto es imposible sin la retirada total de las tropas rusas. Ucrania no está interesada en el nuevo «Minsk» y la reanudación de la guerra en unos años. Hasta que Rusia esté lista para liberar completamente los territorios ocupados, nuestro equipo negociador son armas, sanciones y dinero. Rusia exige levantar sanciones a cambio de desbloquear los puertos ucranianos, chantajeando al mundo con una crisis alimentaria. Es un comportamiento típico de un país terrorista tomando rehenes y pidiendo un helicóptero con dólares. No somos tontos. Si piden el levantamiento de las sanciones, hay que apretar la soga.”
Además, ataca directamente al ex canciller alemán, Gerhard Schröeder, quien ha venido siendo objeto de polémica desde que comenzase la guerra por sus lazos con el Kremlin y no estar incluido en la lista de sancionados de la Unión Europea. Hoy la comisión presupuestaria del Bundestag alemán ha retirado los privilegios a Schröeder derivados de su anterior cargo, por lo que formalmente su oficina “queda en suspenso”, tras la negativa de este a romper sus vínculos con las empresas energéticas rusas.
Mientras tanto, continúan llegando los anuncios de ayuda para Ucrania. Según el diario Político, los líderes del G7 han acordado suministrar un total de 18.400 millones de dólares para cubrir las necesidades financieras a corto plazo de Ucrania. El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha confirmado que Alemania -que en estos momentos ostenta la presidencia del G7-aportará 1.000 millones de euros. La Comisión Europea, además, ayer anunció su contribución adicional por valor de 9.000 millones de euros.
Por su parte, el primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili, se ha reunido con el Alto Representante Josep Borrell para tratar tanto la crisis provocada por la guerra de Ucrania, como la agenda UE-Georgia, centrada en la necesidad de este país de abordar distintas reformas si de verdad pretende ser un candidato serio de cara a su adhesión a a Unión.
En otro orden de cosas, tanto el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, como la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, se han desplazado hasta Washington para reunirse con el presidente Biden en la Casa Blanca. Este es el más claro ejemplo de que cuentan con el firme apoyo de Estados Unidos para unirse a la OTAN, algo que Biden ha reafirmado.
Precisamente hoy los Estados Unidos han sido protagonistas en relación con la guerra de Ucrania, al haber aprobado las dos cámaras del poder legislativo el plan de ayuda a Ucrania por valor de 40.000 millones de dólares, con lo que únicamente restaría la firma de Biden para ponerse en marcha.
Por último, la fiscalía de Ucrania ha pedido cadena perpetua para el soldado ruso cuyo juicio por crímenes de guerra había dado comienzo y en el que el militar detenido se había declarado culpable. Durante la vista, Vadim Shishimarin, de 21 años, ha pedido perdón a la viuda del civil que mató.
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