Mientras seguimos sin noticias del avance ruso en dirección este desde Járkov, a través de Staryi Saltiv, Rusia sigue poco a poco avanzando desde Popasna en dirección norte, oeste y sur, mientras continúa presionando con fuerza sobre Limán y Severodonetsk, pero también sobre muchos otros puntos como Niu-York o Novoselivka. Todo mientras la presión por terminar la «Operación Militar Especial» arrecia en el sur de Rusia.
Una jornada más, las tropas rusas han seguido logrando algunos avances, aunque en la mayor parte de los casos son pequeños asentamientos que no llegan ni a la categoría de villas. Avances, no obstante, algo que debe ser tenido en cuenta, pues incluso sin lograr una ruptura de las líneas ucranianas, siguen tomando territorios en las óblast de Donetsk y especialmente Lugansk. Es posible, como hemos defendido en una ocasión, que si se acercan los suficiente a las fronteras de estas regiones, incluso sin haber tomado alguna de las ciudades importantes, la tentación para buscar una salida honrosa en el interior de Rusia sea cada vez mayor. En relación con esto, cada vez son más las voces críticas bien con la estrategia rusa, bien con la forma de conducir la campaña, bien con la falta de éxitos claros.
Esto último lo traemos a colación del futuro de la guerra de Ucrania. Tras la caída de Azovstal, Rusia deberá asegurar el sur, en donde los partisanos también estarían causando problemas (se habla de varias docenas de oficiales y soldados rusos muertos en Melitópol en las últimas tres semanas). Por supuesto, hará lo posible por alcanzar las fronteras de Lugansk y Donetsk tratando de llegar a un acuerdo con Ucrania al que sus fuerzas llegan exhaustas y con graves problemas para reemplazar las bajas y un logro que pueda vender como «victoria» en el interior del país. Además, en Rusia saben que Ucrania no está viviendo una situación sencilla, más bien al contrario -los errores rusos y las victorias ucranianas en el campo de batalla en ocasiones hacen perder de vista que es Ucrania la que está llevando la peor parte– y creen que eso podría inclinarles a negociar una salida.
Sin embargo y por el momento, Kiev se niega a negociar un acuerdo de paz. Naturalmente, cualquier negociación depende de las perspectivas, lo que debería decirnos mucho sobre como ven Zelensky y el resto de la cúpula ucraniana la situación real sobre el campo de batalla. Parecen seguir pensando, pese a las ligeras pérdidas territoriales de las últimas semanas, que son capaces de imponerse a Rusia, mientras se preparan para una guerra larga. No suelen trascender las promesas o garantías que los gobiernos occidentales les hacen a puerta cerrada, pero todo indica que los compromisos en este sentido también serían a largo plazo. La Unión Europea, incluso, está ya pensando en la reconstrucción del país tras el conflicto. Por otra parte, saben también que el impacto de las sanciones se irá dejando notar progresivamente sobre una economía rusa que está afrontando el coste creciente de la guerra.
Con todo, es difícil pensar que la tentación de algunos socios de Ucrania -como Francia o Alemania- por encontrar una salida «fácil» al conflicto, en la que Ucrania perdería buena parte de su territorio pero mantendría una salida al mar y quedaría firmemente anclada a la órbita occidental, no vaya a emerger nuevamente. Si se llega a una situación de facto en la que el estancamiento no parezca reversible, tratarán de tentar a Kiev con inversiones futuras a cambio de que acepte una paz, por más que dolorosa y muy difícil de vender en el interior del país.
En cualquier caso, todavía quedan muchos combates hasta que llegue el momento en el que esto suceda. Combates como los que se están librando en Limán, cuya guarnición lucha en una situación cada vez más precaria. Hoy hemos sabido que la presa sobre el río Donets que permitía comunicar Limán con el resto de Ucrania, habría sido volada. En concreto la carretera que cruzaba sobre dicha presa, con lo que los defensores estarían virtualmente aislados o cerca de estarlo al no poder recibir suministros desde Sloviansk.
Otra zona en la que se lucha intensamente es Popasna. En las últimas horas los rusos se habrían lanzado a la conquista de Katerynivka, entre Popasna y Zolote. Los ucranianos afirman que por el momento sin éxito, lo mismo que en Komyshuvakha y Viktorivka. Es previsible que los rusos y aliados (milicianos, chechenos, Wagner) sigan logrando avances en los próximos días puesto que los ucranianos se habrían retirado a posiciones más difíciles de batir por la artillería rusa y miliciana, que ahora disfruta de una posición dominante. Por otra parte, están trasladando más material a la zona, seguramente con la esperanza del ansiado envolvimiento, aunque este sigue pareciendo lejano.
Otros puntos «calientes» en las últimas horas habrían sido Dovhenke, al sur de Izium, en donde el Estado Mayor ucraniano ha reconocido que se estarían librando intensos choques, así como Niu-York o Novoselivka. En esta última zona los combates se están produciendo en una posición en concreto, una gran línea de trincheras en la que hemos visto cómo los rusos utilizaban espoletas programables para batir a los ucranianos.
Por último, se sabe que durante el día de hoy se han producido combates también en Dovhenke, al sur de Izium, cerca de la carretera que conduce a Sloviansk. Desgraciadamente, no ha trascendido el resultado de los mismos, como tampoco hay información nueva sobre el cruce por parte de Ucrania del río Donets desde Staryi Saltiv, una de las acciones potencialmente más importantes de la guerra y también de las más opacas.
Para finalizar con la parte militar, como cada día, resumimos los movimientos y cambios de posición por regiones.
- Óblast de Járkov: Sin movimientos.
- Óblast de Lugansk: Las tropas rusas habrían completado la captura de Novoselivka y Drobyshevo, en las inmediaciones de Limán.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada de hoy también era esperada a nivel de la Unión Europea, dado que estaba previsto que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha presentado de manera detallada en qué consistirá el plan energético RePowerEU provocado por la agresión de Rusia. Este contaría con dos propósitos concretos: deshacerse de la dependencia de los combustibles fósiles rusos y a hacer frente a la crisis climática. Las medidas, por su parte, se estructurarán en tres pilares: ahorro de energía, diversificación de proveedores y acelerar la transición hacia las energías renovables.
Estos asuntos relacionados con el mercado de la energía también han sido discutidos en la cumbre del Líderes sobre energía eólica marina en el Mar del Norte que se ha desarrollado en Esbjerg (Dinamarca) y a la que por invitación de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, han acudido tanto Von der Leyen como Kadri Simson, Comisaria europea de Energía. Al encuentro también han acudido el canciller alemán Olaf Scholz y los primeros ministros de Bélgica, Alexander de Croo, y de Países Bajos, Mark Rutte. Todo esto sucede mientras las negociaciones para aprobar el sexto paquete de sanciones contra Rusia sigue bloqueadas.
En la misma rueda de prensa la Presidenta ha anunciado una nueva ayuda macrofinanciera por valor de 9.000 millones de euros, así como una Plataforma de Recuperación para Ucrania. Medidas que, por supuesto, han sido bien recibidas por el presidente Zelenski.
Por otro lado, el Alto Representante Josep Borrell se ha reunido con la presidenta de Moldavia, Maia Sandu en Bruselas con quien ha conversado sobre la ayuda suministrada a su país y sobre su camino hacia la adhesión a la UE. Del mismo modo, Borrell ha reafirmado el compromiso de la Unión con Moldavia en lo que respecta al apoyo de su soberanía e integridad territorial, y respeto pleno de sus fronteras, abordando el caso especial de la región de Transnistria.
Otro de los encuentros del día y, además, histórica, ha sido la de los Embajadores de Finlandia y Suecia ante la OTAN, con el secretario general de la Organización, Jens Stoltenberg en Bruselas. Los presidentes se han trasladado personalmente hasta el Cuartel General de la Alianza para entregar en mano y de manera simultánea sus peticiones de adhesión, a lo que han seguido pronunciamientos de socios occidentales mostrando su apoyo como, por ejemplo, Estados Unidos, Reino Unido, Estonia, España o Italia. Stoltenberg, por su parte, afirmó que “este es un buen día, en un momento crítico para nuestra seguridad”.
En relación con lo anterior, puede destacarse la decisión de Finlandia y Suecia de adquirir conjuntamente armas individuales y contracarro del fabricante sueco Saab Dynamics.
En otro orden de cosas, Rusia ha anunciado la expulsión de 24 diplomáticos italianos, 34 franceses y 27 españoles lo que supone una respuesta a las expulsiones de diplomáticos rusos de estos países basada en el principio de reciprocidad. Mientras tanto, la embajada de Estados Unidos ha reanudado su trabajo en Kiev.
De otro lado, el vicepresidente de la Duma rusa, Pyotr Tolstoy, ha informado de que el Kremlin estaría iniciando los procesos para retirarse unilateralmente de diversos organismos internacionales tales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cabe recordar que una de las medidas que se propuso en el mes de marzo, era precisamente suspender a Rusia su estatus de nación más favorecida en el seno de la OMC tras la declaración conjunta que firmaron varios países junto con la UE.
Por último, en relación con la OMS destacar que hoy precisamente la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, se ha reunido con el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge. Durante su encuentro han conversado sobre la ayuda médica proporcionada, así como la participación de la Organización en la investigación de los crímenes de guerra rusos y la destrucción de instituciones públicas.
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