Las Fuerzas Armadas rusas continúan preparando su ofensiva desde Izyum con la intención de tomar la estratégica Sloviansk. Continúan moviendo plataformas y sistemas de todo tipo en tren desde Bielorrusia y personal por vía aérea. De lo que ocurra en esta zona dependerán en gran medida las perspectivas rusas. Si sus soldados son capaces de hacerse con esta ciudad relativamente rápido, sus opciones mejorarán y podrán plantearse un avance hasta enlazar con las fuerzas rusas que combaten en Rubizhne, o bien una maniobra de envolvimiento más amplia, intentando avanzar hasta Horlivka. Mientras esto sucede, en respuesta a lo ocurrido en Bucha, la Unión Europea ha aprobado un quinto paquete de sanciones. Además, los Estados Unidos están trabajando en incrementar la asistencia militara Ucrania incluyendo sistemas antiaéreos S-300, misiles antibuque y artillería.
La guerra que se está librando en Ucrania ha mutado definitivamente. Resulta difícil calcular el tiempo que Rusia podría tardar en reorganizar sus fuerzas para lanzar la esperada ofensiva desde el sur (Mariúpol-Melitopol) y desde el norte (Járkov) destinada a rodear la JFO y aislarla del resto de las fuerzas ucranianas. Es más, habría que comenzar a trabajar con la posibilidad de que este momento no llegue a corto plazo o incluso que no llegue nunca (entendiendo nunca en términos de este conflicto).
Desde hace días -semanas, más bien- venimos defendiendo que Rusia debe escalar el conflicto si lo que de verdad pretende es rodear con garantías el Donbáss y aspirar a una victoria militar que pueda transformar en objetivos políticos en el marco de una negociación. Efectivamente, Rusia continúa moviendo equipo y hombres desde Bielorrusia hacia el este y noreste de Ucrania, pero para constituir sobre esa base una fuerza suficiente como para romper las defensas ucranianas, es muy posible que necesiten más de lo que pueden conseguir reclutando voluntarios de aquí y de allá y moviendo unos pocos BTGs más del resto de distritos militares.
Hasta donde sabemos, las unidades que han participado en combates en Kiev, en Chernígov o en Sumy están muy mermadas, tanto en términos cuantitativos, como -todavía más importante- cualitativos. Se habla de una tasa de atrición en el caso de los carros de combate que rondaría el 10-20% de los desplegados al inicio. Lo mismo para otras plataformas de combate. En el caso de los vehículos encargados de la logística, sin duda estas cifras son mayores, pues los ucranianos parecen haberse centrado en golpear las líneas de abastecimiento rusas y, además, hemos visto los problemas que tenían para cubrir ciertas carencias, como la falta de neumáticos, entre otras. Sin embargo, esta es solo una parte de los problemas. La otra tiene que ver con que buena parte de las tripulaciones y cuadros medios mejor preparados habrían perecido. Los vehículos, los carros de combate, el armamento, pueden extraerse de los depósitos y ponerse en orden de combate en un plazo relativamente corto. Los individuos, no, pues necesitan no solo formación individual, sino como colectivo, aprendiendo a trabajar como una unidad cohesionada, lo cual lleva tiempo.
Por otra parte, el rendimiento de las unidades no sigue una progresión lineal. Es decir, que con un 10% de bajas, no pierden un 10% de capacidad de combate. En realidad hay un punto en el que pierden completamente la cohesión, la capacidad de cumplir las misiones, los apoyos, etc. Incluso, llegados a cierta cifra de bajas, la moral se diluye completamente. Muchas unidades rusas podrían haber atravesado ese umbral durante estas semanas y reconstituirlas, seguramente tomando elementos sueltos de la unidades más castigadas, no es una misión sencilla.
Además, hay un tercer problema, relacionado con la logística. La distancia en reducida entre Gómel y Kiev es de 220 kilómetros. La distancia entre Sumy y Brovary, de 280 kilómetros. Son distancias comparables a las que hay (también en reducida) entre Mariúpol y Dnipró y entre Járkov y Dnipró respectivamente. Dado que ya hemos visto los problemas logísticos rusos y que la época más adecuada para los avances está tocando a su fin (ya hemos visto los efectos de la «raspútitsa»), cuesta creer que incluso concentrando los restos de las unidades disponibles puedan lanzar la gran ofensiva que estamos esperando sin escalar antes en su despliegue.
Una ofensiva, para más inri desde el punto de vista ruso, a desarrollar sobre un terreno mucho más adverso que el que sus BTGs habrían encontrado en los primeros días de la invasión, pues entonces sus planes se basaban en la sorpresa y Ucrania apenas se había movilizado para la guerra, ni había preparado posiciones defensivas suficientes al norte y noreste. Pero es que en esta zona sí hay posiciones defensivas, están teniendo tiempo para mover allí reservas, continúan recibiendo material y apoyo de inteligencia occidental -además de forma creciente- y tienen una superioridad numérica importante respecto a Rusia, siempre que este país continúe sin llamar a filas a sus reservistas.
Después de la costosas operaciones en Kiev, Chernígov, Sumy y Járkov, cuesta creer que el generalato ruso esté dispuesto a correr el riesgo de lanzar una ofensiva en perpendicular al despliegue ucraniano y que si no logra consolidar de forma muy clara sus líneas de abastecimiento y protegerlas con un área de seguridad suficiente (lo que implica una importante defensa antiaérea, especialmente contra drones), corre el riesgo de verlas atacadas y terminar en enormes embolsamientos de unidades rusas. Pensemos que la deficiente red de carreteras ucranianas es un hándicap para Rusia, como hemos visto en las últimas semanas. Al no existir rutas paralelas a las principales, es especialmente difícil cubrir los flancos de cualquier despliegue y, por ende, proteger las líneas de abastecimiento.
Si a esto sumamos que la ayuda que los EE. UU. parecen dispuestos a conceder parece más pensada para operaciones móviles que para ninguna defensa estática (pues ya se habla abiertamente de carros de combate y artillería), la perspectiva para Rusia es preocupante. Hay que tener en cuenta que hace ya semanas que alcanzaron el punto de máximo esfuerzo al que podían aspirar con los medios movilizados en la fase de acumulación previa a la invasión y que por definición, a partir de ahí, incluso concentrando fuerzas, cualquier operación que se lance será de menor envergadura que las iniciales, salvo que se decida escalar.
Por tanto, ahora mismo y a la espera de que en los próximos días/semanas se produzca algún cambio, parece lógico pensar que Rusia se va a «conformar» con operaciones mucho menos ambiciosas, como la descrita en la entradilla. Así, en los próximos días Rusia se centraría en avanzar desde Izyum con la intención de tomar la estratégica Sloviansk. En el caso de que sus fuerzas sean capaces de hacerse con esta ciudad relativamente rápido, sus opciones mejorarán y podrán plantearse un avance hasta enlazar con las fuerzas rusas y aliadas que combaten en Rubizhne, o incluso intentar una maniobra de envolvimiento más amplia, tratando de avanzar hasta Horlivka. En cualquier caso, son operaciones comparativamente mucho menos ambiciosas que cualquier flanqueo de la JFO. Además serán operaciones sangrientas, muy exigentes en hombres y suministros de municiones y que seguirán poniendo a prueba la logística rusa.
Mientras tanto, lo previsible es que siga postergando cualquier negociación y aprovechando el tiempo para intentar reconstituir su poder ofensivo, de forma que pueda conquistar los óblast de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia. Es decir, el Donbáss más el famoso «pasillo terrestre» hasta Crimea.
Para finalizar con este apartado, como cada día, las novedades por frentes, que hoy son mínimas.
- Norte: Se confirma la retirada de las tropas rusas de la óblast de Chernígov.
- Noreste: Se han seguido produciendo bombardeos en Járkov, aunque por el número de testimonios no parecen tan intensos como en días anteriores, aunque no podemos confirmarlo. Hemos visto imágenes de carros de combate rusos en llamas mientras intentaban supuestamente avanzar desde Izyum hacia Barvinkove, en la óblast de Járkov.
- Este: Los milicianos de la RPD siguen intentando llegar a Niu-York, mientras combaten también en Novoselivka, algo más al sur. Intercambio de acusaciones entre bandos tienen que ver con la explosión de un camión cargado de productos químicos en Rubizhne. Los rusos acusan a los ucranianos de haberlo preparado y los ucranianos acusan a la RPL de bombardear las instalaciones en las que se guardaban estos productos. Continúan los combates en torno a Popasna, ciudad sometida a un bombardeo continuo por parte de las milicias de la RPL. Bombardeos sobre Dzerzhinsk.
- Sur: Bombardeos sobre Nikolayev. Dudas sobre si el vídeo de ayer con la rendición de más de 200 integrantes de la infantería de marina ucraniana era real, aunque parece confirmado incluso por integrantes de la misma.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada comenzaba con la confirmación de que la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el Alto Representante Josep Borrell se reunirán con el Presidente Zelenski en Kiev esta semana.
Esta noticia, no obstante, ha sido el preludio de la posterior: la propuesta de un quinto paquete de sanciones de la Unión Europea a Rusia como respuesta a lo acaecido en Bucha. Un nuevo paquete que presenta medidas endurecidas respecto de las anteriores y otras que los Estados miembros habían dejado fuera de la mesa por el momento. Si el nuevo paquete es aprobado por el Consejo, se procederá a la aplicación de las medidas que Von der Leyen y Borrell han presentado articuladas en seis pilares:
- Prohibición de importación de carbón de Rusia, por un valor de 4.000 millones de euros al año.
- Prohibición total de transacciones en cuatro bancos rusos clave. Entre ellos se encuentra VTB, el segundo mayor banco ruso.
- Prohibición de que los barcos rusos y los barcos operados por Rusia accedan a los puertos de la UE junto con la propuesta de una prohibición a los operadores de transporte por carretera rusos y bielorrusos.
- Más prohibiciones de exportación específicas, por valor de 10.000 millones EUR en áreas en la que Rusia es vulnerable. Por ejemplo, en computación cuántica, semiconductores o maquinaria sensible.
- Nuevas prohibiciones de importación específicas, por valor de 5.500 millones EUR, para cortar el flujo de dinero de Rusia y sus oligarcas. La medida afectará a una gran variedad de productos como, por ejemplo, madera, cemento, mariscos o licores.
- Prohibición general de la UE de la participación de empresas rusas en la contratación pública en los Estados miembros, o la exclusión de todo apoyo financiero, ya sea europeo o nacional, a los organismos públicos rusos.
Asimismo, anuncian que incrementarán el listado de personas y entidades sancionadas, y que están trabajando en sanciones adicionales entre las que se encontraría la prohibición de importación de petróleo ruso.
Otra medida adicional que se ha publicado a lo largo de la tarde ha sido la adoptada por Josep Borrell. El jefe de la diplomacia europea ha declarado persona non grata a 19 miembros de la Misión Permanente de la Federación de Rusia ante la Unión Europea en Bruselas por participar en actividades contrarias a su estatus diplomático.
En línea con lo anterior, si ayer comentábamos las expulsiones de diplomáticos rusos por parte de Alemania, Francia y Lituania, hoy se suman otros Estados miembros. España, Italia, Portugal, Dinamarca, Estonia, Letonia y Suecia prevén la expulsión de 25, 30, 10, 15, 14, 13 y 3 diplomáticos, respectivamente. Con estos últimos anuncios, la cifra de miembros de la diplomacia rusa expulsados de Estados miembros de la Unión Europea ascendería a 320 (339 si se incluyen los 19 miembros de la Misión Permanente ante la UE). Además, Letonia y Estonia han ordenado el cierre de cuatro consulados rusos en sus territorios.
Por el momento, son más de 40 países los que se han alineado con las sanciones de la Unión Europea e incluso han contribuido a la adopción de las mismas como en el caso de Estados Unidos o Canadá. Hoy mismo, la Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, comunicaba que Kosovo también se alineaba con las medidas restrictivas contra Rusia y Bielorrusia.
Tan pronto se han conocido todas las medidas no han tardado en llegar las reacciones por parte de los representantes ucranianos. El Ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, manifestaba en su perfil de Twitter:
“Para evitar ‘nuevos Buchas’, impongan la madre de todas las sanciones: dejar de comprar petróleo, gas y carbón de Rusia. Dejen de financiar la maquinaria de guerra de Putin. La economía rusa, y su guerra, se detendrían en cuestión de meses. Unos meses de apretarse el cinturón valen miles de vidas salvadas.”
Por su parte, el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mikhailo Podolyak, decía lo siguiente:
“Europa, que aún teme perder gas/petróleo, debe saber que Bucha es solo el comienzo de la verdad sobre la Federación de Rusia. Habrá cientos de otras ciudades ucranianas donde ha venido el «mundo ruso» caníbal. Da armas pesadas hoy si no quieres sufrir el «síndrome de Bucha» mañana”.
Como hemos venido comentando en reportes anteriores, una de las medidas más controvertidas y difíciles de adoptar subiendo a todos a bordo sería la de un embargo total sobre el petróleo y gas rusos. No obstante, como han anunciado Von der Leyen y Borrell, están estudiando esta y otras posibles medidas. Por tanto, la Unión Europea aún cuenta con margen para seguir endureciendo las sanciones y presionar a Rusia.
No obstante, tanto los representantes ucranianos mencionados como el propio Presidente Zelenski continúan pidiendo más sanciones y ayuda. Hoy en su intervención ante el Congreso español ha destacado que agradece la ayuda que se le ha brindado y cómo numerosas empresas españolas han dejado de comercializar con Rusia, pero destaca que aún hay muchas que siguen haciéndolo. En este sentido, señala directamente a Porcelanosa, Maxam o Sercobé, por ejemplo, para que también suspendan sus negocios con su agresor.
Además, el Presidente ucraniano abría su discurso diciendo que parecía que estábamos en abril de 1937 y no de 2022 aludiendo al bombardeo de Gernika para compararlo con los ataques que están sufriendo sus ciudades, en especial Mariupol. Ha instado así que Europa deje de tener miedo, ya que la democracia no debe tenerlo y se adopten más medidas.
En respuesta a la intervención del líder ucraniano, el Presidente Pedro Sánchez ha hecho un llamamiento a Vladímir Putin para que se siente “con seriedad” en la mesa de negociación y ponga fin a la guerra. Reafirma la promesa del Gobierno de seguir apoyando las sanciones y suministrando ayuda militar, humanitaria y financiera al país.
Además, el Presidente español también destaca que apoyará a Ucrania a través de la “transformación” y “cooperación más estrecha” en su propósito con vocación europeísta, es decir, la adhesión a la UE. Al igual que hicieran otros representantes tanto de la UE como de los Estados, Sánchez expresa que “Ucrania forma parte de la familia europea”.
Esta intervención del Presidente ucraniano además ha sido la posterior a la que ha efectuado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU). Ayer recogíamos en nuestro reporte que tanto Rusia como Ucrania deseaban abordar lo sucedido en Bucha en el CSNU, pero que la petición rusa de una reunión de urgencia se había desestimado.
Caso contrario ha sido el de Ucrania, ya que hoy Zelenski ha podido expresar ante este órgano que Rusia ha cometido en Ucrania “los peores crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial” y ha criticado a las Naciones Unidas por no estar a la altura de su Carta. También ha pedido “transformar” el sistema de la Organización con el objetivo de proteger las fronteras de los Estados y condenar en tribunales acciones como las de Rusia en Ucrania.
En este sentido, cada vez son más los portavoces y/o representantes de organismos o Estados los que afirman que nos encontramos ante casos de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio. Por ejemplo, el Secretario estadounidense Antony Blinken ha afirmado que “no se trata del acto aleatorio de una unidad rebelde sino parte de una campaña rusa deliberada para cometer atrocidades”. Otro ejemplo sería el de la portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que afirma que los civiles en Bucha han sido “directamente atacados y directamente asesinados” o el del Primer Ministro de Israel que los califica como crímenes de guerra. Sin embargo, habrá que esperar el resultado de las investigaciones que se están llevando a cabo para conocer si lo ocurrido en ciudades como Bucha se insertan en una u otra categoría.
Por su parte, Rusia continúa manteniendo que las imágenes que estamos viendo de localidades como Bucha son un montaje dirigido a “desacreditar y deshumanizar” a las fuerzas armadas rusas.
En relación con otras ciudades, continúan los intentos de evacuación. La Viceprimera Ministra de Ucrania anunciaba en su canal de Telegram que habían logrado un acuerdo para habilitar siete corredores humanitarios. En el caso de Mariupol, por ejemplo, todavía el equipo de Cruz Roja Internacional no ha logrado desplegar su ayuda. Habían estado retenidos a 20 kilómetros de la ciudad y hoy han sido “liberados”.
El Primer Ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha confirmado que ya se han distribuido casi 200.000 paquetes de alimentos y productos higiénicos entre la población principalmente en las regiones de Donetsk, Kharkiv y Kiev. Estiman que prepararán unos 12 millones de paquetes.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha registrado un total de 3.675 bajas civiles desde el 24 de febrero hasta el 4 de abril. 1480 personas han perdido la vida, incluidos, 123 niños, y 2.195 han resultado heridos, incluidos 183 niños.
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