La última jornada de la guerra de Ucrania ha sido de transición. La apresurada retirada rusa desde Kiev y Chernígov ha dejado imágenes dantescas para la galería y ha permitido a los ucranianos recuperar una buena porción de territorio al norte y al noreste del país. Al este y al sur, por el contrario, Rusia continúa con pequeños pero constantes avances. El centro de gravedad de la contienda va pasando pues de la capital ucraniana hacia la JFO. Mientras tanto, los EE. UU. confirman el envío de municiones merodeadoras AeroVironment Switchblade, alemania el de 56 vehículos de combate PbV-501 y el Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llama a aumentar las sanciones a Rusia.
Las 24 horas transcurridas desde nuestro último informe han estado marcadas por los hostigamientos ucranianos a las tropas rusas en retirada, al norte del país. La presión a la que los ucranianos han sometido a los rusos ha culminado, como preveíamos, con un buen número de bajas entre estos últimos. Aún así, habrían podido salvar el grueso de sus unidades, que serán destinadas al Donbáss y a la JFO, en donde se decidirá la próxima etapa de esta guerra. Mientras esto se materializa, Rusia ha continuado bombardeando objetivos por el resto del país, atacando entre otros un nuevo depósito de combustible ucraniano, esta vez en Jmelnitsky, al oeste y otro en Kremenchuk, en la óblast de Poltava.
Llegados a este punto del conflicto, en el que el centro de gravedad está pasando de Kiev a la JFO, cabe preguntarse si las capacidades ucranianas, unidas a la ayuda militar que le llega desde el exterior, serán suficientes contra unas Fuerzas Armadas rusas -y aliadas- que si logran concentrar su poder en dos o tres ejes de avance, evitarán uno de los grandes problemas sufridos hasta ahora: la dispersión de esfuerzos.
Como hemos comentado en más de una ocasión, a la falta de objetivos claros (tanto políticos como militares) durante la primera semana de enfrentamientos, se unió una gran dispersión de esfuerzos, al avanzar desde tantas direcciones a un tiempo. Si a esto le sumamos los problemas de coordinación, los logísticos y la inferioridad numérica frente a los defensores ucranianos, la superior conciencia situacional de estos últimos gracias a la ayuda occidental y la disponibilidad de armamento avanzado, no es de extrañar que lograsen frenar a Rusia en Kiev, Járkov o Sumy. Ahora bien, a partir de ahora Rusia debería operar más cerca de sus bases logísticas, en menos ejes y concentrando esfuerzos. Además, sabemos que está destinando nuevos BTGs al Donbáss, lo que ayudará en su intención de romper las defensas ucranianas allí.
Por el lado ucraniano, la situación también ha cambiado mucho. Si al principio del conflicto únicamente pensaban en parar el golpe, llegando a unas negociaciones honrosas, tras haber fallado con el análisis de la situación y no haber movilizado a las reservas hasta horas antes de iniciada la guerra, ahora parecen cada vez más perseguir una victoria militar. Las victorias en Kiev y Chernígov parecen haber convencido al Gobierno de Zelensky de la posibilidad de expulsar a los rusos de buena parte del país, sentándose después a negociar en una posición de relativa fuerza (ese «relativa» es importante). Atendiendo a algunas declaraciones, se diría que también están seguros de poder aguantar en la JFO.
Sin embargo, no parece sencillo que puedan aguantar en algunas zonas. No a tenor de la penetración que los rusos han logrado en Izyum y que amenaza con avanzar en dirección a Severodonetsk-Lysychansk, embolsando a los ucranianos. No obstante, en los próximos días recibirán ayuda militar adicional, incluyendo –ahora sí, pues ya ha sido confirmado– las municiones merodeadoras Switchblade. Aunque se ignora el número, tanto estas como los misiles antiaéreos Starstreak, que ya se habrían cobrado su primer helicóptero ruso, podrían dificultar mucho los avances rusos castigando no sólo a los blindados y a la cobertura ofrecida por los helicópteros, sino en el caso de estos pequeños drones, a la artillería, dadas su autonomía y radio de acción (hasta 40 km en el caso del Switchblade 600). Además, los ucranianos podrán desviar hombres desde el norte y seguramente se habrán hecho con unos cuantos vehículos y abundante material que podrán emplear al este.
Dejando los niveles operativo y estratégico-militar y ascendiendo al político, sigue siendo preocupante la presión de algunos socios europeos como Polonia, de cara a aumentar las sanciones. También es como mínimo curioso el cambio de dirección alemán, pues este país ha aprobado el envío a Ucrania de 56 vehículos de combate de infantería del tipo Pbv-501. No son precisamente el último grito, pero hay una diferencia sustancial entre enviar blindados y enviar misiles, incluso aunque los segundos puedan ser, en términos militares, más efectivos. Además, en el último paquete de ayuda militar aprobado por los EE. UU. se incluyen, además de los Switchblade, cohetes guiados, sistemas C-RPAS y servicios de reconocimiento por satélite, aunque sean procedente de satélites comerciales. Quizá, como decía Podolyak, no vayamos hacia una «afganización» de la guerra, pero tampoco se atisba ningún final a corto plazo.
Por frentes, en las últimas 24 horas se han producido las siguientes novedades:
- Norte: Las imágenes llegadas desde las zonas recuperadas por los ucranianos en torno a Kiev, caso de Makiivka, al NO de Kiev, Bucha, al E, o Borodyanka, al OSO de la capital eran de destrucción extrema e incluían la muerte de numerosos civiles. Algunos de ellos, en el caso de Bucha, parecían haber sido ejecutados, aunque conviene ser muy cautos con esto último y habrá que esperar a investigaciones posteriores. Además, como en cualquier guerra, ambos bandos cometen atrocidades y costará esclarecer muchos de los sucesos más amargos. Por otra parte, hemos visto cómo la ruptura de los diques del río Irpin y la inundación de las zonas aledañas ha terminado por atrapar un buen número de vehículos rusos durante la retirada. En Chernígov la tónica era la misma, con numerosos vehículos rusos destruidos en poblaciones como Shestovsytsya, recuperada por los ucranianos,
- Noreste: En Járkov, entre otras partes de la ciudad, ha sido alcanzado por la artillería rusa un parque de atracciones, sufriendo un incendio. En Sumy los ucranianos han continuado consolidando los avances de los últimos días, a la espera de que las unidades de refuerzos rusas lancen su ataque, aunque en puridad, y pese a lo que hemos dicho en días anteriores, parece más factible que se concentren más al sur, en Izyum, en donde han encontrado menos oposición por parte ucraniana. Si esto ocurre, en lugar de un gran envolvimiento desde Járkov y desde el sur, veremos una guerra mucho más lenta, sucia y sangrienta, en la que se hará uso masivo de la artillería y será necesario asaltar un buen número de posiciones bien establecidas.
- Este: En Verkhn’otorets’ke hemos visto el resultado de los bombardeos de la artillería de la autoproclamada República de Donetsk, que habrían destrozado la resistencia ucraniana y permitido tomar el enclave. En Mariinka continúan los bombardeos, sin que por el momento se quiebren las defensas ucranianas. De hecho, se está repitiendo día tras día el mismo patrón, con asaltos por la mañana por parte prorrusa que por la tarde se convierten en retiradas ante los contraataques ucranianos.
- Sur: Situación estancada en Mariúpol. Continúan los combates en zonas centrales de la ciudad, pero los rusos y sus aliados son incapaces de sofocar los últimos puntos de resistencia. Hoy hemos podido ver un vídeo de una nueva leva de chechenos que se entiende serán enviados a este frente para suplir a las bajas sufridas hasta el momento. Como puede apreciarse, el equipo dista mucho del visto en el primer reemplazo de chechenos. Hemos visto manifestaciones en Energodar, donde se encuentra la central nuclear más grande de Europa, disueltas por las tropas rusas con disparos al aire y mediante el uso de gas lacrimógeno. Al oeste, desde la derrota rusa en Voznesens’k, que marcó el final de su intento de ir más allá de Nikolayev, los rusos no han hecho sino retirarse y, hasta donde sabemos, siguen reforzando sus posiciones en la óblast de Jersón, en previsión de un posible ataque ucraniano.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras la publicación del reporte de la jornada 37 se hacía público que la Presidenta del Parlamento Europeo Roberta Metsola tras su intervención ante la Rada (Parlamento ucraniano) se ha reunido con el Presidente Zelenski en las últimas horas en Kiev.
Zelenski insistió en que el mundo debe presionar a Rusia para sentarse en la mesa de negociaciones y buscar la paz, y también en el bloqueo de la navegación rusa en el Mar Negro. Esto último, según el Presidente ucraniano, amenaza la seguridad alimentaria mundial y puede ocasionar altos precios para los productos agrícolas ucranianos que se exporten.
La Presidenta le trasladó al líder ucraniano que también había ido en persona para asegurarse de que tienen todo lo que necesitan para ganar la guerra, ya que si ganan “el mundo entero gana”. Al finalizar su reunión Zelenski le otorgó a Metsola la Orden de la Princesa Olga de grado I por su importante contribución personal a la consolidación del apoyo internacional a Ucrania en la lucha contra la agresión rusa. Ha sido un encuentro que ha tenido una gran acogida entre los representantes ucranianos y que se ha visto como un acto de valentía también por parte de la Presidenta. De hecho, el Presidente del Parlamento ucraniano, Ruslan Stefanchuk, la califica como “una verdadera amiga de Ucrania”.
Del mismo modo, en su reunión con el Primer Ministro, Denys Shmyhal, también discutió de nuevo la necesidad de imponer más sanciones, ya que Zelenski expresaba lo siguiente:
“Sobre una política de sanciones más profunda contra Rusia. Porque si hay un embargo, entonces es un embargo. Si hay SWIFT, entonces es para todos los bancos. Y si se trata de negocios con Rusia, no se trata solo de una suspensión de actividades, sino de una retirada total de las empresas europeas del mercado ruso.”
Además, Shmyhal ha insistido en que Ucrania está completamente lista para avanzar en el siguiente paso para integrarse en al Unión Europea.
La cuestión del endurecimiento de las sanciones ha vuelto a abordarla en el día de hoy a raíz de su encuentro con el Primer Ministro Mateusz Morawiecki en Polonia. Este sigue insistiendo en la necesidad de cortar de manera radical el suministro de combustibles fósiles rusos.
Además, critica que algunos de los líderes de la Unión Europea traten las sanciones como una cortina de humo debido a su inacción. En este sentido, defiende que si las sanciones no han detenido aún a Putin no es porque no sean válidas, sino porque no son lo suficientemente robustas. En línea con la postura polaca, el Presidente de Lituania, Gitanas Nausèda, ha anunciado que a partir de este mes no importarán más gas ruso. Para animar al resto de Estados europeos a que adopten la misma medida expresaba: “hace años mi país tomó decisiones que hoy nos permiten romper sin dolor los lazo energéticos con el agresor”.
Por supuesto, la situación humanitaria era en esencia la principal razón para que la Presidenta se desplazase hasta el territorio polaco. Allí, ha agradecido a la población que se haya movilizado para acoger a más de 2,5 millones de personas en las últimas 5 semanas.
También ha subrayado que la Unión Europea seguirá siendo solidaria con los países “anfitriones”. En esta línea, cabe destacar también que el Parlamento se ha hecho especial eco de la situación especial de Moldavia a través del envío de una delegación. En particular, siete miembros del Comité de Asuntos Exteriores y del Subcomité de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo se desplazaron el hasta el territorio moldavo el día 31 de marzo y han regresado hoy sábado. Con los representantes de Moldavia discutieron en particular asuntos relacionados con la seguridad energética y cibernética.
Retomando el asunto de los desplazamientos, el Presidente Zelenski afirmó que en el día de ayer gracias a los corredores humanitarios habilitados se logró evacuar finalmente a 6.266 personas de las cuales 3.071 procedían de Mariúpol. Como comentamos en el reporte de ayer, la operación planificada por Cruz Roja Internacional tuvo que suspenderse e iban a intentar ejecutarla de nuevo hoy.
Igualmente, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha registrado hasta el 1 de abril un total de 3.342 bajas civiles. Mientras que 2.017 personas, incluidos 168 niños, han resultado heridos, un total ya de 1.325 personas, incluidos 120 niños, habrían perdido la vida.
En relación con las bajas civiles, también debe señalarse que hoy han hallado el cuerpo del fotoperiodista ucraniano Max Levin que llevaba desaparecido en el norte de Kiev desde el 13 de marzo. Sería el sexto reportero que ha perdido la vida desde que se inició el conflicto junto con Yevhen Sakun, Brent Renaud, Pierre Zakrzewski, Oleksandra Kuvshynova y Oksana Baulina.
En cuanto al suministro de ayuda, hoy World Central Kitchen se ha dirigido nuevamente a Bucha e Irpin para suministrar un total de 5.000 kilos de alimentos y más de 600 comidas calientes en uno de los restaurantes de la Organización en Kiev.
En lo que respecta a la ayuda militar que sigue solicitando Ucrania, en las últimas horas hemos conocido las novedades por parte de Alemania y Estados Unidos. De un lado, en Alemania se ha aprobado la entrega de 56 vehículos de combate de infantería del tipo Pbv-501.
De otro, Estados Unidos además de anunciar su nuevo paquete de sanciones esta semana, también ha anunciado que destinarán 300 millones de dólares adicionales bajo la Iniciativa de Asistencia de Seguridad para Ucrania (USAI). Así, desde que el Presidente Biden tomase posesión del cargo han asistido a Ucrania con 2.300 millones de dólares, incluidos 1.600 millones desde que comenzase la invasión.
Como señala el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd. J. Austin, esto también supone el suministro de nuevas capacidades a las Fuerzas Armadas de Ucrania, entre las que se incluyen:
Por último, puede destacarse otra fuente de ayuda – y de lo más interesante por su método de recaudación: el “Metahistory, Museo de la guerra de Putin contra Ucrania”. Un proyecto que cuenta con la aprobación del Ministerio de Transformación Digital y que combina la tecnología blockchain y el arte contemporáneo.
Por el momento, a través de la venta de obras de arte digitales han logrado recaudar más de 600.000 dólares que se destinarán a la restauración de los museos y teatros ucranianos que se han visto afectados por los ataques.
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