A pesar del anuncio hecho hace dos días por el Kremlin, la guerra de Ucrania sigue librándose en los cuatro ejes que hemos venido analizando hasta ahora. Las fuerzas rusas y aliadas se mantienen a la defensiva salvo en Mariúpol y Donbáss. Los combates en los alrededores de Kiev, Járkov, Chernígov o Sumy son encarnizados y los bombardeos la norma, como en las jornadas previas. Mientras tanto, las noticias que llegan desde Bielorrusia son preocupantes, pues Rusia continúa moviendo convoyes con material y vehículos en dirección a Gómel.
En alguna ocasión, a lo largo de este mes largo de enfrentamientos, hemos hablado sobre el papel de la Fuerza Aérea ucraniana. Hemos explicado que aunque a un ritmo reducido, continuaba llevando a cabo salidas desde las bases al oeste del país, por más que la inmensa mayoría hayan sido golpeadas con municiones antipista y en algunos casos hayan sufrido la destrucción de torres de control y otros edificios vitales. Rusia, pese a todo, sólo habría logrado superioridad aérea en áreas concretas del norte y este de Ucrania. Hoy se ha publicado una interesante entrevista al respecto por parte de Nolan Peterson, quien ha tenido la oportunidad de conversar con un piloto ucraniano. Siguen -siempre según sus palabras- realizando salidas diarias en misiones de interdicción y CAP.
Lo más interesante es que da a entender que una parte de los radares terrestres ucranianos y de su infraestructura de comunicaciones sigue en funcionamiento, lo que no se entiende desde el punto de vista ruso y no tiene ningún sentido ni siquiera en el hipotético caso de que el Ministerio de Defensa ruso tuviese razón al afirmar que la primera fase de su plan consistía en erosionar la capacidad militar ucraniana y en nada más.
Por pura lógica, siguiendo esa línea de razonamiento, lo primero y principal a destruir serían, además de los puestos de mando y las infraestructuras de comunicaciones, cualquier capacidad de negación ucraniana presente y futura. Esto incluiría especialmente a la Fuerza Aérea y las defensas aéreas (radares, sistemas antiaéreos…). Es así puesto que nadie puede asegurar que en un futuro, con o sin tratados de por medio, Ucrania no reconstruya sus capacidades militares. De esta forma, al haberle quitado cualquier posibilidad de negar la actuación de su Fuerza Aérea, en caso de que Ucrania se mostrase desafiante más adelante, los militares rusos únicamente tendrían que actuar desde el aire, evitando costosas operaciones terrestres para ir, como se conoce en la jerga «cortando el césped». Es un caso parecido al de Irak tras la guerra del Golfo. Con la diferencia de que en este caso Rusia ha sido incapaz, hasta el momento, de lograr la supremacía aérea.
Ahora bien, esta es solo una lectura parcial y no puede desligarse del hecho de que para Rusia sigue siendo una guerra limitada y no ha empleado en Ucrania todo su poder. Es más, llegados a una guerra de desgaste pura y dura, es Ucrania quien más tiene que perder seguramente y ahí estamos todavía, esperando a ver si realmente Rusia se centra en el Donbáss o, haciendo buenos los indicios, reconstruye su dispositivo y lanza -previa caída de Mariúpol- un ataque desde el norte y desde el sur sobre la JFO intentando enlazar ambos ejes a la altura de Dnipró (Nº 3 en el mapa que podéis ver a continuación).
Ahora mismo es indiferente si realmente subestimaron a los ucranianos, el apoyo que estos iban a recibir de Occidente, si erraron al considerar que encontrarían mucha menos resistencia e incluso apoyo en algunas zonas de Ucrania o qué. Eso quedará para el análisis reposado una vez la guerra termine. Lo que sí está claro es que Rusia sigue manteniendo un nivel de esfuerzo limitado y que las redes sociales nos están dando una visión distorsionada de lo que realmente está sucediendo sobre el terreno, con Ucrania ansiosa por promocionar cualquier triunfo, mientras Rusia sigue manteniendo bastante silencio en torno a lo que ocurre. Es decir, que no tenemos una imagen completa de la realidad sobre el terreno (básicamente sobre el nivel de desgaste ucraniano, que sigue siendo un misterio) pese a que tengamos una idea bastante acertada de qué posiciones ocupan unos y otros.
Lo más inmediato para los rusos, en cualquier caso, es resolver la situación en Mariúpol. Mañana hablaremos sobre la guerra urbana y sus particularidades, pues buena parte de los cambios de estrategia rusos se han debido a la incapacidad inicial a la hora de tomar algunas ciudades clave y esto podría marcar el desarrollo de toda la campaña. Mientras tanto, las principales novedades por frentes han sido las siguientes en las últimas horas.
- Norte: Las fuerzas rusas continúan a unos 25-30 kilómetros de la capital, tanto al NE como al NO. En los últimos días se han avistado trenes con cuantioso material y vehículos dirigiéndose hacia Gómel y a Mazyr, en Bielorrusia, lo que indica que Rusia está buscando la forma de reponer las pérdidas y reconstituir un dispositivo muy castigado, más que de retirarse. Además, hay indicios de que estarían recurriendo a las reservas, poniendo en servicio desde Bryansk carros de combate T-72 almacenados, aunque para dotarlos de tripulaciones tendrían que mover personal desde otros distritos militares. En Leópolis los misiles rusos han alcanzado las instalaciones de la Planta de Reparación de Radio, empresa que entre otras cosas realizaba el mantenimiento de sistemas antiaéreos y radares terrestres.
- Noreste: Contraataque ucraniano en Husarivka, al ENE de Izyum, con varios vehículos rusos destruidos. Los ucranianos afirman haber completado la recuperación de Trostyanets, con lo que habrían roto el cerco a Sumy. Tanto esta ciudad como Járkov continúan sufriendo ataques artilleros y aéreos. Al este de Járkov los ucranianos han recuperado Mala Rohan y Vilkhivka, algo de lo que hablamos hace dos días, pero que no se había confirmado aún.
- Este: Continúan los intentos de los militares rusos y sus aliados para tomar Popasna y Rubizhne, así como los combates en las afueras de Izyum.
- Sur: El Gobernador de la óblast de Nikolayev ha anunciado que ya no quedan tropas rusas en su región. Se completaría así una maniobra que venimos contando desde hace una semana y que permitiría a Rusia concentrar sus fuerzas en dirección a Zaporiyia y Dnipró, abandonando por el momento cualquier intento de avanzar hacia Nikolayev u Odessa. El problema en esta zona estriba en Jersón. La necesidad de asegurar el control obliga a los rusos a mantener una copiosa guarnición, lo que se traduce en unas menor capacidad para acometer operaciones ofensivas en otras zonas. En Mariúpol hemos podido ver a carros de combate del batallón “Somalia” de la autoproclamada República Popular de Donetsk en acción. Los combates prosiguen en el centro y las líneas de avance rusas parecen buscar dividir la ciudad en dos, aislando el norte del sur.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel institucional lo primero que debe subrayarse es que no parece que se haya logrado un avance significativo en las negociaciones entre Ucrania y Rusia por el momento si bien se ha anunciado una nueva ronda en persona para esta semana.
Incluso respecto de este tema nos encontramos con dos comunicaciones similares, pero diferentes. Mientras que el jefe de la delegación negociadora ucraniana, David Arahamiya, sostiene que serán entre el 28 y 30 de marzo en Turquía, el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski afirma que tras la reunión mediante videoconferencia hoy han decidido encontrarse en persona los días 29 y 30 de marzo, pero sin especificar el lugar.
Por otro lado, según ha afirmado recientemente el asesor de la Presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, las negociaciones con Moscú podrían durar meses, aunque sí admite cree que son “absolutamente reales”. Esto se debería precisamente a toda la especulación en torno a si Rusia estaría usando las conversaciones como una “cortina de humo” o distracción y no actuando bajo buena fe.
Sin embargo, esto contrastaría, por ejemplo, con la propuesta expuesta por el diputado ruso del Partido Comunista Sergei Savostyanov: “Rusia podría conducir una ofensiva a gran escala en Polonia, los estados bálticos y Kazajistán como parte de una “operación especial militar global sobre desmilitarización y desnazificación”.
Por otro lado, el líder de la autoproclamada República Popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, comunica que “por alguna razón” cree que un referéndum sobre la unión de la actual provincia ucraniana con Rusia “se llevará a cabo en un futuro próximo.
Asimismo, puede ponerse de relieve que el asesor del Ministro de Defensa de Ucrania, Markian Lubkovski, ha afirmado en una entrevista con la CNN que el grupo Wagner está implicado en un plan que tendría por objetivo “asesinar a los dirigentes de ucrania: nuestro presidente y nuestro primer ministro”. Expresó además su intención de trasladar toda esta información a la Corte Internacional de Justicia.
En otro orden de cosas, uno de los Estados que más protagonismo ha ganado en las últimas semanas dadas las circunstancias y su condición geográfica es Polonia. Ayer comentábamos que el Presidente estadounidense se había traslado hasta Polonia para conocer la situación de primera mano y que mantuvo reunión con el Primer Ministro Andrzej Duda.
El Primer Ministro polaco sería uno de los apoyos más sólidos con los que cuenta Ucrania ahora mismo y una de las voces que se ha mostrado más contundente en el seno de la UE respecto de las medidas a adoptar contra Rusia.
El propio asesor de la Presidencia de Ucrania, Mikhalo Podolyak, comenta que su Presidente y el Primer Ministro Duda estuvieron hablando sobre la construcción de un nuevo circuito de seguridad y protección mutua en toda Europa. Además, según el comunicado oficial del Gobierno ucraniano también discutieron sobre el funcionamiento del sistema energético dando pautas a sus respectivos ministros de energía para que continuasen las conversaciones tras la finalización de la videollamada entre ambos representes.
Por otro lado, Zelenski insiste en la necesidad de que se les suministre más ayuda, en particular aviones, tanques y sistemas de defensa aérea de largo alcance que, según él, cambiaría “drásticamente” el curso de las hostilidades. Igualmente, expresó su decepción por no haber recibido aún aviones por parte de Polonia ni de otros países del Este de Europa. Así, añade:
«Si los socios no ayudan a Ucrania con aviones y tanques, y tienen tales oportunidades, existe un alto riesgo de que las tropas rusas representen no solo una amenaza de misiles para el territorio de nuestros vecinos: los amigos Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania y los Estados bálticos, sino también una amenaza militar general directa. En sus fronteras, cerca de sus ciudades. E irán más lejos».
Además, nuevamente ha sido el negociador jefe de Ucrania, Podolyak, quien ha manifestado que “mientras otros piensan, Ucrania y Polonia están trabajando activamente”. Este “dardo” podría ser para varios países de la UE. No obstante, si recordamos el discurso de Zelenski ante el Consejo Europeo el pasado día 24 de marzo y el mensaje que dirigió a cada uno de los 27 uno de los claros destinatarios del mensaje es Hungría. País que además se enfrenta a las elecciones parlamentarias en una semana.
“Hungría… Quiero detenerme aquí y ser honesto. De una vez por todas. Tienes que decidir por ti mismo con quién estás. Eres un estado soberano. He estado en Budapest. Adoro tu ciudad. He estado muchas veces, una ciudad muy hermosa y muy hospitalaria. Y la gente, también. Has tenido momentos trágicos en tu vida. Visité su paseo marítimo. Vi este memorial… Zapatos en la orilla del Danubio. Sobre asesinatos en masa. Yo estaba allí con mi familia.
Escucha, Viktor, ¿sabes lo que está pasando en Mariupol? Por favor, si puedes, ve a tu paseo marítimo. Mira esos zapatos. Y verán cómo los asesinatos en masa pueden volver a ocurrir en el mundo de hoy. Y eso es lo que Rusia está haciendo hoy. Los mismos zapatos. En Mariupol, hay la misma gente. Adultos y niños. Abuelos. Y hay miles de ellos. Y estos miles se han ido.
¿Y dudas si imponer sanciones o no? ¿Y dudas si dejar pasar las armas o no? ¿Y dudas si comerciar con Rusia o no? No hay tiempo para dudar. Es hora de decidir ya. Creemos en ti. Necesitamos su apoyo. Creemos en tu gente.”
La postura de Hungría, que no termina de decidirse, contrasta con la de una Polonia que promueve el endurecimiento de las sanciones. Polonia, además, ha lanzado su plan con 10 puntos para terminar con la guerra, algo que de aceptarse podría ser interpretado por Rusia como una escalada, pues sus consecuencias serían dramáticas para su economía:
- Expulsar a todos los bancos rusos del sistema de pagos SWIFT.
- Proporcionar asilo a todos los desertores militares rusos.
- Suspender la propaganda rusa en Europa.
- Bloquear barcos rusos en puertos europeos.
- Bloquear el transporte por carretera dentro y fuera de Rusia.
- Sancionar a los oligarcas y a todo su entorno empresarial.
- Prohibición de expedir visados para todos los rusos que ingresen en la Unión Europea.
- Sancionar a todos los miembros del Partido Rusia Unida.
- Prohibición de tecnologías que Rusia podría usar para la guerra.
- Excluir a Rusia de todas las Organizaciones Internacionales
Como señala Samuel Ramani algunas de estas medidas son bastante extremas. Por ejemplo, la relacionada con las visas para que no parezca un castigo colectivo hacia el pueblo ruso o la de expulsar a Rusia de los órganos de las Naciones Unidas.
Además, como el mismo autor señala, algunas de estas medidas ya están implementándose, aunque el progreso es más lento en algunas. A modo de ejemplo, en Europa y Reino Unido se ha suspendido toda la actividad de Russia Today y Sputnik, mientras que Suiza no se ha alineado con estas medidas dirigidas hacia la “maquinaria mediática del Kremlin”. Esta quizá ha sido una de las medidas restrictivas más cuestionadas por la sociedad europea.
Otro caso sería la medida relacionada con denegar el acceso de buques rusos a puertos europeos, ya que, si bien Reino Unido sí impuso una prohibición el 28 de febrero, la Unión Europea insinuó alguna medida en este sentido pero anunció que era una “perspectiva lejana”.
Moviéndonos al plano humanitario, en el día de ayer finalmente pudieron evacuar a más de 5.000 personas, haciendo uso de los 10 corredores humanitarios sobre los que se había logrado un acuerdo. No obstante, según informa la Viceprimera Ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuck, los residentes de Mariupol que debían desplazarse en vehículos propios tampoco pudieron pasar el puesto de control de Vasylivka. En el día de hoy continuarían las negociaciones sobre este tema.
Además, también informa que durante la evacuación pudieron introducir 80 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos enlatados, cereales, harina, carne) en el territorio. Asimismo, puede destacarse que el convoy de Seguridad Civil francés llegó ayer por la noche a Rumanía y se espera que puedan hacer entrega de 27 vehículos de bomberos y rescate, así como de 49 toneladas de equipo médico y de intervención a los bomberos ucranianos. También hemos conocido que España enviará una ambulancia.
Recordemos además que el Presidente Emmanuel Macron anunció tras la reunión del Consejo Europeo que conduciría una operación humanitaria junto con Grecia y Turquía en Mariupol. Una iniciativa que según el Presidente francés se comunicará al Presidente Putin si bien esta no debe ser una operación “en manos de Rusia”.
El Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania también ha informado que ayer más de 76.000 personas y casi 16.000 vehículos cruzaron la frontera de Ucrania con la UE y Moldavia. Así, según informan las autoridades ucranianas el tráfico de pasajeros en la frontera oriental habría aumentado en 10.000 personas más con respecto al día 25 de marzo.
También señalan que accedieron 27.000 personas a Ucrania, siendo 22.000 ucranianos y muchos de ellos hombres dispuestos a combatir.
Igualmente, debido a las críticas existentes en torno al trato en frontera y la delincuencia organizada es interesante el último párrafo del comunicado:
“¡Instamos a todos los ciudadanos en la frontera a respetar la ley y el orden, los procedimientos de cola y las normas morales al cruzar la frontera y no ofrecer sobornos a los guardias fronterizos por cruce fronterizo excepcional o ilegal!”
Por otro lado, siguen aumentando las acusaciones contra Rusia por traslado forzoso de personas desde Mariupol, Kherson y Melitopol hasta Rusia. Algunas fuentes apuntan a que la cifra de estos traslados forzosos incluiría entre 20.000-30.000 personas, por supuesto una cifra que deberá confirmarse.
Según Naciones Unidas, el número de refugiados contabilizados entre el 24 de febrero y el 26 de marzo asciende ya a más de 3,8 millones. En cuanto a los daños sufridos por las infraestructuras, el propio Zelenski en su intervención en el Foro de Doha subrayó que, al menos 59 edificios de importancia espiritual han sido atacados, y 200 escuelas y decenas de hospitales dañados o destruidos.
En el Foro de Doha el Alto Representante Josep Borrell ha continuado con su ronda de conversaciones sobre cuestiones regionales y la situación en Ucrania con el Secretario de Asuntos Exteriores de México, el Primer Ministro de Palestina, y el Príncipe y el Primer Ministro de Kuwait.
Por último, puede destacarse, de un lado, que continúan las polémicas respecto de las empresas que siguen operando en Rusia. Las miradas siguen atentas, por ejemplo, a las decisiones de Auchan (Alcampo), ya que la empresa francesa mantiene que los “rusos tienen derecho a la alimentación”.
De otro, hoy es la noche del cine por excelencia con la entrega de los Premios Oscar. Al parecer la Academia habría vetado la intervención del Presidente Zelenski en la gala. En este sentido, el reconocido actor estadounidense Sean Penn ha hecho un llamamiento a boicotear la ceremonia de entrega de los Premios si finalmente esto ocurre y él mismo ha anunciado que fundiría sus “estatuillas” en público.
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