La guerra de Ucrania continúa su curso sin apenas cambios. En las últimas horas los bombardeos rusos, que ya han gastado más de un millar de misiles de crucero y balísticos desde el 24 de febrero, han golpeado nuevos objetivos como el aeropuerto de Leópolis. Rusia, además, a falta de medios para seguir avanzando y rompiendo las líneas ucranianas, opta por la solución más lógica e inteligente: confiar en su artillería, a la espera de que el tiempo y la destrucción causada, jueguen a su favor. Exactamente la misma apuesta en la que se ha embarcado Ucrania, lo que aleja la posibilidad de una salida negociada a corto plazo. Quizá la caída de alguna de las ciudades rodeadas por los rusos, como Sumy, Járkov o, la más cercana a ser tomada, Mariúpol, cambie la relación de fuerzas y obligue a avanzar en las negociaciones. Mientras tanto, el desastre humano y económico sigue agrandándose.
El día ha comenzado con la noticia de un ataque con misiles de crucero sobre la planta de reparación de aeronaves y el aeropuerto internacional de Leópolis. Aunque este ataque pueda tener como objeto seguir dañando la economía ucraniana, es posible que también tenga que ver con la necesidad de anular por completo su capacidad aérea. Tengamos en cuenta que, desde el inicio del conflicto, Rusia ha sido incapaz de alcanzar una absoluta supremacía en este dominio, un tema sobre el que merece la pena abundar, aún brevemente.
Si bien la guerra es una tragedia se mire como se mire, también es un interesante objeto de estudio y lo será durante mucho tiempo. A diferencia de las campañas llevadas a cabo por las potencias occidentales desde la caída del muro de Berlín, en este caso no vemos una enorme superioridad aérea desde los primeros compases. Claro está, a pesar de que el poderío militar ruso, valorado en conjunto, es muy superior al ucraniano, en el escenario de la guerra, las fuerzas enfrentadas no estaban tan desniveladas en algunos aspectos.
Uno de ellos es el aéreo, en el que deben incluirse no solo las aeronaves, sino también los sistemas antiaéreos. Así las cosas, lejos de darse una relación de fuerzas como la que había entre la Coalición y el Irak de Saddam o como la que hubo entre la OTAN y la Yugoslavia de Milosevic en 1999 (que aún así costaron un buen número de aeronaves, especialmente en el primer caso), en Ucrania la situación es mucho más pareja. Las dificultades rusas tienen que ver, especialmente, con la falta de medios SEAD (Supresión de Defensas Aéreas), pero es que, salvo en el caso de los EE.UU., prácticamente ningún país cuenta con una doctrina y medios tan desarrollados como para poner fuera de juego una defensa aérea de cierta entidad. Esto ha llevado a Rusia a tener que medir sus salidas, pese a tener superioridad aérea. Incluso, en algún momento, se ha encontrado con espacios aéreos contestados y, de hecho, aunque se desconoce el número de salidas que es capaz de acometer, la Fuerza Aérea Ucraniana sigue operando, por más que a duras penas.
Aquí hay que romper una lanza en favor del desempeño ruso, como también en otros aspectos. Se pueden criticar muchas cosas, como su capacidad táctica. No obstante, su papel no es tan malo teniendo en cuenta que es la primera vez en décadas que vemos enfrentarse a dos potencias con un nivel tecnológico parecido y que en el campo de batalla no tienen una enorme disparidad de medios (al fin y al cabo, Rusia no ha desplegado todo su poder, por más que sea una fracción importante la que ha empeñado en Ucrania). Así, con la excepción de los enfrentamientos entre India y Pakistán, también significativos, pues sobre el papel India se aparece como una potencia mucho más fuerte pero luego el campo de batalla nos habla de una situación bastante pareja en algunos sentidos (ver lo ocurrido en febrero de 2019 o en la Guerra de Kargil, aunque en este caso India lograra sus objetivos), no ha habido un conflicto como este en tiempos recientes. Además, tampoco debemos olvidar que Ucrania está recibiendo apoyo en forma de armamento (y hemos visto a los MANPADs cobrarse ya unas cuantas presas) y de inteligencia, lo que permite nivelar todavía más las cosas. Máxime si en el futuro llegan a Ucrania sistemas antiaéreos de largo alcance (o municiones merodeadoras tipo Switchblade 600), algo sobre lo que se viene rumoreando y que las declaraciones de un alto funcionario del Pentágono invitan a pensar que puede llegar a ocurrir (el tema de los drones es polémico, pues la prensa lo da por hecho, pero el documento aprobado por Biden no cita modelos específicos).
Tengamos en cuenta que, al menos de forma genérica, se asume que hace falta una relación de 3 a 1 a favor del atacante para contar con garantías de éxito. Curiosamente, según algunas fuentes, es exactamente la relación de bajas que se estarían produciendo a favor del lado ucraniano (aunque hay que ser cautelosos con estas cifras, por más que procedan de análisis OSINT reputados). En cualquier caso, lo que nos dice una vez más es que Rusia, con el número de hombres que ha desplegado, no podía aspirar a invadir un país del tamaño de Ucrania y con un ejército que tras las levas masivas, excede en hombres al conjunto movilizado por Rusia.
Como resultado de estos y de otros factores, caso de los problemas logísticos rusos, el seguir considerando la intervención como una «operación especial», lo que impide movilizar a las reservas, y unos primeros días en los que no parecía haber objetivos operacionales claros, se ha llegado a una situación de estancamiento. Incluso, en algunos lugares, los ucranianos estarían logrando recuperar terreno, aunque parece más bien consecuencia de un cambio de planes ruso y un reordenamiento de prioridades, tal y como explicamos ayer. El siguiente mapa es muy significativo, pues más allá de señalar el estancamiento de las operaciones, nos indica que los rusos están poniendo mucho más empeño en el sur y el este del país, habiendo abandonado los intentos por tomar Nikolayev e incluso ir más allá, algo de lo que también hablamos ayer.
Dicho todo lo anterior, la estrategia rusa de imposición de costes es la más adecuada a sus intereses y la más inteligente. Si en un principio se esperaba que Rusia buscase una guerra de movimientos, sin contacto, avanzando tras una barrera de fuego artillero y amparándose en su superioridad en cuanto a fuegos de largo alcance, lo que estamos viendo es como sacan partido a estas mismas capacidades, en un escenario muy distinto al que habíamos previsto, algo que también dará para numerosos análisis en el futuro.
Para cerrar el repaso a la parte militar del conflicto, pasamos a enumerar los principales hechos teatro a teatro, como en días pasados. A diferencia de lo que hemos hecho hasta ahora, el análisis de la parte diplomática, las sanciones y demás lo concentraremos en un epígrafe aparte, de forma que todo sea más claro. Además, cuando hablemos de ataques, en la medida de lo posible intentaremos colocar un enlace con la geolocalización, aunque sea a través de un mensaje ya publicado en nuestra cuenta de Twitter.
- Norte: Las tropas rusas siguen a distancias de entre 15 y 20 kilómetros de Kiev y sin posibilidad de seguir profundizando en su cerco por ahora. Es distancia suficiente como para seguir golpeando la ciudad con intensidad, lo mismo que en Chernígov.
- Noreste: En Járkov, entre otros edificios, ha resultado alcanzado el mercado de Barabashovo. Prosiguen los bombardeos en Sumy. Sin noticias de movimientos.
- Este: En Kramatorsk ha sido atacado un edificio del SBU, lo que ha afectado a varias viviendas también. Las milicias de la RPD están intentando tomar Niu York desde Gorlovka, una zona repleta de trincheras.
- Sur: Pese al repliegue ruso en la zona de Nikolayev, los ataques sobre la ciudad continúan. El de hoy sobre una base militar del Ejército ucraniano con misiles de crucero se ha cobrado decenas de víctimas entre los uniformados. En Mariúpol, las milicias de la RPD han tomado un edificio de la Administración Regional al este de la ciudad. En general, los avances hacia el interior de la ciudad continúan, controlando ya las tropas rusas y sus aliados varios distritos. Las luchas más encarnizadas se estarían librando en la planta siderúrgica de Azovstal. Es muy posible que la ciudad caiga en día, lo que permitiría a los rusos redoblar sus esfuerzos en dirección a Dnipró. Los ucranianos, por su parte, habrían seguido lanzando misiles balísticos «Tochka-U». Hoy ha sido lanzado uno sobre Melitopol, localidad controlada por los rusos y en la que, por cierto, están reclutando voluntarios para organizar patrullas que les ayuden a mantener el orden. En Odessa se han producido varios disparos de misiles antiaéreos esta misma tarde, supuestamente contra drones rusos. Tras el ataque a la base aérea de Jersón, los rusos habrían estado retirando en remolque algunos aparatos. Se cree, aunque no hay confirmación todavía, que en el ataque podría haber muerto el Teniente General Andrey Mordvichev, lo que lo convertiría en la baja de mayor rango hasta la fecha en esta guerra y en el sexto oficial general ruso que se deja la vida en el campo de batalla.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el día de hoy Ucrania y Rusia han continuado con las negociaciones y según el asistente del Presidente ruso, Vladímir Medinsky, ambas delegaciones “acercaron al máximo sus posturas”. En particular, se refiere a la cuestión de la neutralidad de Ucrania y la no adhesión a la OTAN que, como ya hemos comentado desde el inicio de la invasión, supone uno de los puntos clave en esta guerra. Ucrania insiste en obtener determinadas garantías de seguridad “con fórmulas concretas”, además de lograr un alto al fuego y una retirada de las tropas.
Se había especulado sobre un posible encuentro entre ambos presidentes, Zelenski y Putin, pero ambas partes confirman que esto solo se producirá una vez el texto del acuerdo esté preparado y acordado. Según Medinsky “solo después de eso tiene sentido hablar de una cumbre de Jefes de Estado”.
Por otro lado, otra de las noticias del día ha sido la reaparición de Vladímir Putin en un concierto organizado por el Kremlin para conmemorar el 8º aniversario de la anexión ilegal de Crimea. Allí, ante más de 80.000 personas, además de los cientos de miles de espectadores, el líder ruso habría defendido su “operación especial” alegando que el objetivo era “liberar a la población ucraniana y del Donbás del genocidio”.
La retransmisión del discurso en la televisión estatal, sin embargo, se vio interrumpida, aunque según el Portavoz ruso Dmitri Peskov se habría debido a un fallo técnico.
Asimismo, al parecer el Presidente ruso también ha vuelto a hablar hoy con el Presidente Macron quien le habría trasladado nuevamente su “extrema preocupación” por la situación en Mariupol.
Del mismo modo, cabe destacarse que Estonia, Letonia, Lituania y Bulgaria han comenzado tanto a expulsar a diplomáticos rusos de las embajadas en sus países como a declararles persona non grata. Advierten además de que continuarán las expulsiones mientras Rusia amenaza con adoptar “una respuesta correcta” ante estas decisiones que considera se enmarcan como “actos no amistosos”.
Por su parte, el Presidente ucraniano y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen han mantenido una videoconferencia en la que le ha comunicado el desembolso de un segundo tramo de unos 300 millones de euros en el marco de la ayuda macrofinanciera aprobada. Además le ha reafirmado el apoyo incondicional de la Unión Europea ha comunicado que “el camino europeo de Ucrania ya ha comenzado”. Por el momento, hasta donde se ha confirmado oficialmente, el pasado lunes la Comisión Europea habría iniciado el proceso de revisión de la petición de Ucrania para obtener el estatus de candidato oficial a la Unión que culminará con la emisión de un dictamen.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, por su parte también ha conversado telefónicamente con el líder ucraniano. En esta conversación le ha comunicado el apoyo para la creación de un Fondo de Solidaridad para Ucrania que tenga por objetivo el suministro de servicios básicos, así como atender a las necesidades más inmediatas de la población. Además, este Fondo serviría para canalizar no solo la ayuda inmediata, sino también a más largo plazo para apoyar la reconstrucción del país.
Un hecho muy significante son las cifras proporcionadas hoy por Naciones Unidas. La Organización admite que la cifra de desplazados dentro del país se eleva de 1,9 millones a 6,5 millones, mientras que la de refugiados asciende a 3,2 millones. La Organización Internacional para las Migraciones (IOM) manifiesta además su preocupación por el riesgo de que aumente la trata de personas, así como la explotación y abusos sexuales en Ucrania y en toda la región.
Por otro lado, la Defensora del Pueblo ucraniano, Liudmila Denisova, ha anunciado que 130 personas han podido ser rescatadas del teatro que fue bombardeado en Mariupol hace dos días. No obstante, las tareas de rescate continúan y advierte que 1.300 civiles siguen atrapados.
A nivel de la Unión Europea también debe destacarse el encuentro de los Jefes de Gobierno de España, Italia y Portugal en Roma, mientras que el líder de Grecia se unió mediante videoconferencia. Esta reunión tenía un carácter preparatorio de cara a la cumbre del Consejo Europeo de los próximos días 24 y 25 de marzo. El objetivo era lograr una postura común respecto de la emergencia energética, ya que deberá acometerse una reforma inmediata del mercado energético y disminuir el coste de la electricidad. El Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha respaldado también la postura transmitida hoy por sus socios europeos.
Posteriormente, el Presidente español se ha trasladado hasta Berlín para abordar esta misma cuestión con el Canciller Scholz. Precisamente ha insistido en la urgencia de adoptar las medidas necesarias y que “esta crisis debe reforzar y no separar el proyecto europeo”.
Otras de las conversaciones esperadas del día era la del presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping. Según el comunicado oficial de La Casa Blanca, Biden habría descrito a su contraparte las implicaciones y consecuencias que acarrearía un apoyo material por parte de China a Rusia. Asimismo, ambos mandatorios coincidieron en la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación “para gestionar la competencia entre nuestros dos países”. Por otro lado, destaca la reiteración hecha por el presidente estadounidense:
“La política de Estados Unidos sobre Taiwán no ha cambiado y Estados Unidos continúa oponiéndose a cualquier cambio unilateral al statu quo.”
Por último, pero no menos importante, Lituania siguiendo la senda abierta por Estonia hace unos días, se sitúa como el segundo país que apoya abiertamente la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. En particular, el Parlamento lituano (Seimas) ha adoptado una resolución por unanimidad en la que pide a las Naciones Unidas que se adopte dicha medida para detener las muertes masivas de civiles.
Polonia, por su parte, tras la visita reciente con otros líderes a Ucrania ya apelaba al despliegue de una misión de paz en Ucrania. Hoy, ha confirmado su intención de remitir una petición formal a tales efectos y también trasladar la cuestión en la cumbre de la OTAN el próximo 24 de marzo.
Deja una respuesta